“En este momento estamos viviendo por reflejo, y con cierta aprensión, la decisión tomada en otros lugares de bloquear vuelos desde el sur de África a Europa. ¿Es la ciencia una vez más rehén de la política? ¿El miedo prevalece sobre la razón? No sé. Me parece que en la variante Ómicron se está haciendo terrorismo mediático que discrimina a África”. El padre Massimo Robol, misionero comboniano en Nampula, Mozambique, en una entrevista para Popoli e Missione, habla sobre la decisión europea que afecta a varios lugares de África.
Reacción apresurada
El misionero informa de las muchas perplejidades sobre la reacción europea a la nueva variante de Covid que viene de Sudáfrica. Y explica cómo en este momento en Mozambique, “las prioridades son bastante diferentes”. “Nos pareció demasiado apresurado cerrar vuelos desde Sudáfrica y Mozambique, ante el hecho de que esta variante no tiene el potencial destructivo que se teme”, dice. En segundo lugar, “en Mozambique estos días hablamos muy poco de Covid, muy poco de la variante Ómicron por varias razones: en parte – dice – porque la vacuna antiviral todavía llega con un gotero y estamos atrapados en la segunda dosis que aún no está disponible para todos; luego por preocupaciones no relacionadas con Covid sino con otras emergencias”.
Otras tragedias
El misionero sugiere que África y Europa tienen prioridades de salud diferentes: “morir por Covid es absolutamente marginal y minoritario aquí, en comparación con morir de malaria, a manos de las guerrillas que aún están presentes en Cabo Delgado o simplemente de enfermedades ligadas a la desnutrición”. Además, se prevé la llegada de lluvias al país sudafricano: “Las cosechas de enero serán escasas y no habrá suficiente comida para los más pobres si no se produce pronto la transición a la temporada de lluvias que se retrasa este año más que el año pasado. Cada año empeora un poco por el cambio climático”.
Escándalo financiero
Además, la “novedad” que lleva días cubriendo el país no se refiere a la variante sudafricana Ómicron ni a la infección del paciente cero (que es menos invasiva que las anteriores, según los científicos), sino a un escándalo financiero que ha trastornado a la gente. El de las “deudas ocultas” de tres multinacionales estatales en Mozambique que entre 2013 y 2014 contrataron préstamos por más de $ 2 mil millones a Credit y al banco ruso Vtb, sin nunca devolverlos ni declararlos. Deudas que nunca han sido reembolsadas y que ahora deben reembolsarse. Para disgusto del Fondo Monetario Internacional, que bloqueó su programa de ayuda. “Estamos en apuros por estos delitos y los pobres son cada vez más pobres”, dice el padre Robol.
Crédito de la nota: www.comboni.org