Al reanudar su catequesis, en el ámbito de la audiencia general de esta mañana celebrada en el Aula Pablo VI, el papa Francisco continuó su serie sobre la vejez. En esta ocasión destacó que el testimonio que los ancianos pueden dar a los niños y a los jóvenes «es creíble porque mira al horizonte de nuestro destino, es decir, la vida eterna». Por esta razón es dañino ver hoy la separación entre las edades de la vida, como si compitieran entre ellas.