Al recibir a los integrantes de la Delegación ecuménica de Finlandia, el papa Francisco les recordó el valor de sumergirse juntos «en las heridas de los necesitados». Y les dijo que el Bautismo pide que se realicen «obras de justicia y gestos concretos de cercanía» a quienes son víctimas de la opresión y de las guerras.