Desde 2009, Talitha Kum, la iniciativa de las congregaciones religiosas femeninas en todo el mundo para luchar contra la trata y la explotación de personas, no ha dejado de extenderse, apoyando activamente a las víctimas y estando cerca de las personas en riesgo de sufrir esta lacra de nuestro tiempo.
Esta red ha ido creciendo poco a poco y ahora llega a Mali, de la mano de la hermana Marie Chantal Nikiema, de la Congregación de las Siervas de los Pobres, y del padre Nicolas Dyemo, de los Misioneros de África. Ambos conocieron la red en 2021 a través de un encuentro de formación en Burkina Faso.
Ahora con diversos talleres se ha extendido a las diversas diócesis. Se ha creado así Takuma (Talitha Kum Mali) que tendrá núcleos de actuación en cada diócesis y ya ha elaborado un plan de acción a nivel nacional. Algo muy necesario puesto que la trata de personas en Mali, aunque pasa desapercibida, es una realidad muy presente. Así lo atestiguó una investigación sobre la misma llevada a cabo en colaboración con religiosos y religiosas que trabajan en las seis diócesis malienses.
Mali, desgraciadamente, es un país de origen, tránsito y destino para hombres, mujeres, niños y niñas que son víctimas de trabajos forzados, explotación sexual, migración forzada y otras formas de esclavitud moderna dentro y fuera del país.
El objetivo de Takuma es informar, sensibilizar y promover acciones concretas que aborden las causas profundas y sistémicas de la trata, lo que no será fácil porque, según explican sus responsables, los desafíos son enormes. Está la seguridad, necesaria en el difícil contexto nacional en el que operarán, y también la enorme responsabilidad que este compromiso exige a los miembros y colaboradores que trabajan contra la trata. Además existe una gran necesidad de formación constante y de recursos. Agradecen por ello el respaldo y el reconocimiento de la Conferencia Episcopal de Mali, sin el que no habría sido posible poner en marcha esta red.
Crédito de la nota: OMPRESS