En Sudán, casi nueve de cada diez mujeres son sometidas a la mutilación genital femenina (MGF), a pesar de que desde julio de 2020 está en vigor una ley que penaliza esta práctica. En el país, además de la violencia, el abuso y la explotación, un tercio de las niñas de entre 0 y 14 años han sido sometidas a la MGF.