El domingo 30 de julio, después de rezar la oración mariana del Ángelus, el papa Francisco recordó que «celebramos dos días mundiales convocados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU): el Día de la amistad y el Día contra la trata de seres humanos». El primero, «promueve la amistad entre pueblos y culturas», señaló el Pontífice. El segundo, «combate el delito que convierte a las personas en mercancía».
«La trata es una terrible realidad que afecta a demasiadas personas: niños, mujeres, nietos, trabajadores… tantas personas explotadas. Todos ellos viven en condiciones inhumanas y sufren la indiferencia y el rechazo de la sociedad. Hay tanta trata en el mundo de hoy. Dios bendiga a los que trabajan para luchar contra la trata».
El Día internacional de la amistad
Es una iniciativa propuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO), y discutida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1997, que definió la «Cultura de Paz» como un conjunto de valores, actitudes, y conductas que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos abordando las causas profundas con el objetivo de resolverlos.
La Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, aprobada en 1999, estableció 8 líneas de acción que las naciones, organismos y personas pueden emprender para aportar a la construcción de la paz:
– Promover una cultura de paz mediante la educación.
– Promover el desarrollo económico y social sostenible.
– Promover el respeto de todos los derechos humanos.
– Garantizar la igualdad entre las mujeres y hombres.
– Promover la participación democrática.
– Promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad.
– Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos.
– Promover la paz y la seguridad internacionales.
Este día internacional también se fundamenta en el reconocimiento de la amistad como un sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos de todo el mundo.
El Día mundial contra la trata
Las crisis mundiales, los conflictos y la emergencia climática están aumentando el riesgo de trata. Los desplazamientos y las desigualdades socioeconómicas afectan a millones de personas en todo el mundo, que quedan expuestas a la explotación de los traficantes. Las personas que no gozan de un estatus legal, que viven en la pobreza, que tienen un acceso limitado a la educación, a la atención sanitaria o a un trabajo digno; que sufren discriminación, violencia o abusos, o que proceden de comunidades marginadas, son a menudo los principales objetivos de los traficantes.
La campaña para el Día mundial contra la trata de personas de 2023 tiene como objetivo sensibilizar sobre los alarmantes acontecimientos y amenazas identificados por el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y hace un llamamiento a los gobiernos, las fuerzas del orden, los servicios públicos y la sociedad civil para evaluar y mejorar sus esfuerzos para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas, y poner fin a la impunidad.
Crédito: vaticannews.va