En la primera semana de agosto, los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) han celebrado su asamblea anual en Becerril de la Sierra, en Madrid, en la casa de las Agustinas Misioneras. El lema que les ha acompañado ha sido «Tiempo de confiar para llegar a ser».
«En la parte formativa, hemos reflexionado sobre la radicalidad en el seguimiento de Jesús, a partir de la propuesta de Javier Garrido. La Animación Misionera y la Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) aparecen como dos propuestas para marcar la formación en el nuevo periodo. Otro momento destacado consistió en compartir de historias referentes a nuestra vocación misionera, tanto a nivel personal como comunitario desde el movimiento LMC, para lo que hemos recordado las distintas misiones en las que hemos participado, aprovechando la celebración del 25º aniversario de la apertura de la misión de Mongoumba, en República Centroafricana».
«Siempre la parte más vivencial son los testimonios misioneros en primera persona. Contamos con Tere Monzón, recién regresada de la misión de Mongoumba, que compartió su intensa vivencia al retornar a la comunidad en la que vivió por 10 años. Esta última estancia ha confirmado su disposición a regresar a Mongoumba cuando sea posible. Con Xoáncar Sánchez conversamos por videollamada desde Açailândia, en Brasil: nos compartió el trabajo de la Casa Familiar Rural en la que jóvenes de la comunidad aprenden técnicas agropecuarias que les permitirán una vida digna y sostenible, frente a la amenaza de la expansión de la minería de hierro y sus planes de doblar su producción».
«Y tuvimos la alegría de contactar con la comunidad de Kitela Kapel (Kenya), que ha crecido recientemente tras la incorporación de Pius, (Uganda) y Marzena (Polonia) a la experiencia iniciada por Linda (Italia). Su trabajo en formación y orientación a los adolescentes es muy notable. Hemos podido apoyarlos económicamente desde nuestra ONG Amani, gracias a la campaña de venta de flores de Pascua, realizada en diciembre en distintas parroquias de Granada».
«Tuvimos tiempo para preparar la próxima Asamblea Europea en Cracovia (12-14 octubre), que retomamos después del aplazamiento por la pandemia y la invasión de Ucrania. Asimismo, reflexionamos acerca del camino recorrido con miras al reconocimiento eclesial del movimiento a nivel internacional. Pronto empezaremos el nuevo periodo, en el que nos sentimos enviados a la misión, siempre nueva».
LMC – España
Crédito: comboni.org