Todavía hay 180 rehenes en manos de los reclusos amotinados en siete cárceles de Ecuador. Desde el 8 de enero, 158 guardias de prisión y 20 miembros del personal administrativo han sido tomados como rehenes, justo después de que el presidente Daniel Noboa decretara el estado de emergencia tras la fuga de la prisión regional de Guayaquil de José Adolfo Macías Salazar, El Fito, considerado el principal líder criminal del país.