Lejos de los ojos del mundo, una guerra civil de diez meses en Sudán ha despojado a su población de todo: su seguridad, sus hogares y sus medios de subsistencia.
Al menos 13 migrantes sudaneses murieron y otros 27 están desaparecidos después de que esta semana naufragara la embarcación que los llevaba en el Mediterráneo, frente a las costas de Túnez, cuando intentaba llegar a Europa.
Huían de la violencia y de una situación humanitaria catastrófica desencadenada por el estallido de la guerra civil en Sudán hace casi 10 meses, cuando las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) atacaron a la junta militar gobernante y a su ejército en la lucha por el poder.
CAFOD Sudán, socio de la organización de ayuda de la Iglesia católica Cáritas, se encuentra en la nación del noreste de África, luchando por suministrar artículos de primera necesidad a una población en la que «una de cada dos personas» necesita ayuda humanitaria.
Samilah Danish, responsable de Desarrollo de Programas y Financiación de CAFOD Sudán, habló con Vatican News sobre la desesperada crisis, el sufrimiento de la población sudanesa mientras continúa la guerra, y cómo se sienten ignorados y olvidados por la comunidad internacional y Occidente en general.
Una tragedia al desnudo
Con más de 15 mil muertos y 10 millones de desplazados, el devastador impacto del conflicto de Sudán, que dura ya diez meses, ha quedado al descubierto. Al describir las condiciones de vida de quienes aún permanecen en el país, Danish afirmó: «Este conflicto ha despojado a la gente de casi todo: su seguridad, sus hogares y sus medios de subsistencia».
La reciente expansión de los combates, especialmente en el estado de Gezira, antaño considerado el granero de Sudán, ha provocado una de las mayores crisis de desplazamiento y protección del mundo.
Las cifras del informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), añadió la desgarradora historia de una nación en crisis que se enfrenta a estadísticas alarmantes: casi 17,7 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda, y 4,9 millones se encuentran en niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda entre octubre de 2023 y febrero de 2024.
Las intensas hostilidades, añadió Danish, no solo han dañado las redes de abastecimiento de agua, sino que también han paralizado las infraestructuras sanitarias, dejando a tres cuartas partes de ellas fuera de servicio en los estados afectados por el conflicto. Las enfermedades resultantes, como el cólera, el sarampión y la malaria, se están propagando rápidamente.
Los niños de Sudán soportan una pesada carga, con 19 millones sin escolarizar y violaciones generalizadas de los derechos humanos, dijo Danish, señalando también los crecientes niveles de violencia de género, especialmente en estados como Jartum y Darfur.
Los más de 9 millones de personas desplazadas dentro del país la convierten en la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo y en la mayor crisis de desplazamiento infantil del mundo.
Alimentos, agua, saneamiento, higiene
En medio de esta grave situación, CAFOD ha estado ayudando activamente sobre el terreno. «No hemos olvidado al pueblo de Sudán», reiteró Danish. A pesar de retos como la inseguridad, los obstáculos burocráticos y el escaso acceso a la red, CAFOD opera desde su oficina central en el estado del Nilo Blanco, prestando servicios esenciales en colaboración con organizaciones locales.
La institución se ha centrado en los servicios de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene de emergencia (WASH por sus siglas en inglés), incluida la construcción y rehabilitación de letrinas comunales y el apoyo a la red de suministro de agua. La distribución de alimentos a los desplazados internos y los planes de distribución de efectivo en los próximos meses demuestran el compromiso de CAFOD de atender las necesidades inmediatas.
Sin embargo, Danish hizo hincapié en que la magnitud de la crisis exige más: «Desde que comenzó la guerra, se encuentra en un nivel récord, con 24,8 millones de personas, o una de cada dos personas, que necesitarán ayuda humanitaria en 2024, es decir, 9 millones más que en 2023».
Las necesidades urgentes están relacionadas con la alimentación, el agua, el refugio, el combustible, la educación, la atención sanitaria y la alimentación. Pese a los esfuerzos de los actores humanitarios, entre ellos la ONU, las carencias son evidentes, en especial para los desplazados internos que han perdido sus hogares y se enfrentan a retos diarios de supervivencia.
Una guerra olvidada
Mientras el conflicto se desvanece de la atención internacional, Danish expresó el mismo sentimiento que se palpa en muchos ciudadanos sudaneses: «La gente en Sudán tiene la impresión de que los estados regionales y la comunidad internacional han decidido abandonar el país».
Además, dijo, en medio del colapso de las instituciones estatales y sin intentos de mediación entre los combatientes, «ha habido una mayor implicación de algunos de los actores externos de la región que apoyan a la RSF y a sus líderes sin tener en cuenta las necesidades de los sudaneses, sin prestar demasiada atención a la seguridad y el bienestar del pueblo».
Sin señales de paz
En cuanto a las conversaciones de paz o, al menos, a los planes de una mediación, Danish se mostró pesimista. Aunque se han hecho intentos por parte de Estados Unidos y Arabia Saudí, consideró que no han dado fruto, y la reciente «Declaración de Ababa, que pretendía servir de base para futuras negociaciones», se queda en gran parte sobre el papel, con compromisos verbales incumplidos.
Denunciando la ausencia de una hoja de ruta clara para la paz, la responsable de Desarrollo de CAFOD Sudán explicó que «el pueblo sudanés, a distintos niveles, ha estado haciendo todo lo posible para abogar por los esfuerzos de paz y desviar la atención de la comunidad internacional hacia Sudán para sentar a las dos partes en torno a una mesa».
Llamamiento de CAFOD y Cáritas Sudán
Con el objetivo, en particular, de apoyar a los desplazados internos en el estado del Nilo Blanco con ayuda en efectivo polivalente e intervenciones de promoción de la higiene, Danish sostuvo que CAFOD y Cáritas Sudán lanzaron un llamamiento en diciembre de 2023.
«El llamamiento pide unos 750 mil euros al año y ya ha conseguido el 53% de generosos donantes. En los próximos meses, se espera movilizar el 100% del presupuesto para apoyar a 2.162 hogares, proporcionando un sustento a 10.810 beneficiarios. ¡Crucemos los dedos!», concluyó.
Crédito de la nota: Vatican News.