En el mensaje para la próxima Jornada Mundial de las Misiones, el papa Francisco subraya que el «drama de la Iglesia» es que Jesús «sigue llamando a la puerta, pero desde el interior, ¡para que lo dejemos salir!»: el anuncio del Evangelio es urgente y universal, pero debe hacerse con «amabilidad», sin forzar ni hacer proselitismo.