Francisco lanzó al final de la audiencia general un nuevo y sentido llamamiento por Ucrania y Tierra Santa pidiendo a los fieles que recen a Dios por «el don de la paz». Saludó a los peregrinos polacos llegados a Roma con motivo del 80 aniversario de la muerte de la familia Ulma, beatos, con ocasión del cual se plantará un manzano en los Jardines Vaticanos.