«La misión es dejarse fascinar por Jesucristo e intentar ser espejo, aunque un algo opaco, de su bondad, allí donde el soplo de su Espíritu nos conduce». El padre John Benetti es un sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas que lleva dos años en Benín como formador en el Centro de Espiritualidad Brésillac de Calavi.