El miércoles 21 de agosto se llevó a cabo el 4° Escuchatorio virtual organizado por Comunidades Eclesiales de Base (CEbs) y el Cebitepal «El camino es colectivo: la huella de los mártires».
«La huella de los mártires, de los testigos, compromiso colectivo de las comunidades, tiene hoy el nombre de sinodalidad. Queremos escuchar las historias martiriales de Nuestra América, para seguir profundizando nuestro “caminar juntos”. El camino, y la salida, es colectiva, eso nos recuerdan los mártires», expresaban los organizadores en la convocatoria.
La espiral de violencia y el compromiso con los más pobres: mártires riojanos (Argentina)
Esta primera voz correspondió a Ramona Romero de las Comunidades de Base de La Rioja, quien recordó a Enrique Angelelli, obispo argentino asesinado durante la dictadura cívico-militar, quien forma parte del grupo de mártires riojanos:
«La cuestión escuchatoria ha sido muy fuerte en Angelelli y es parte de la teología de la sinodalidad. A partir de ella valoramos la palabra de Jesús. Quienes nos dejaron su legado abrazaron el Concilio Vaticano II y Angelelli fue hijo de ese Concilio. Decir Angelelli es decir todo un pueblo y cuatro que les costó la vida que concretaron ese proyecto de participación activa, comunión, compromiso con quienes menos tienen: P. Carlos de Dios Murias, P. Gabriel Longueville, Wenceslao Pedernera (padre y esposo) y obispo Enrique Angelelli».
Los pueblos crucificados: profecía colectiva desde São Félix do Araguaia (Brasil)
La segunda voz fue la de Mercedes, con 80 años recién cumplidos, vivió gran parte de su vida junto al obispo Pedro Casaldáliga en São Félix:
«Conviví con mártires y he sido testigo de los martirios, recé con ellos y por ellos en el camino. Nuestro trabajo en São Félix era concientizar a los indígenas de su derecho a la propiedad de la tierra por ley. Pero la codicia de los latifundistas podía más: solo querían –y quieren– quedarse con más tierras. El ambiente de violencia fue un aprendizaje para mí en medio de la belleza de la selva hasta que el martirio llegó allí. Miles de kilómetros cuadrados de selva destruidos para plantar soja, maíz, algodón… todo regado con agrotóxicos. El compromiso actual con los pobres se llama sinodalidad».
Dar la vida por el río: la historia de Berta Cáceres (Honduras)
Y por último, se escuchó la voz del Padre Melo, quien fue amigo personal de Berta Cáceres: «Discutíamos mucho y siempre me derrotaba»:
«A Berta Cáceres la mataron las elites locales junto con las empresas transnacionales, la mataron esencialmente por ser mujer y la mataron los hombres. Ella fue una dirigente audaz y enraizada en su pueblo, una mujer universal que rompió paradigmas, no fue doblegada. Su asesinato fue un femicidio. Berta desafió el poder del extractivismo en Honduras, contribuyó a develar la situación del modelo extractivo y propuso otro modelo de respeto a los derechos humanos y a los derechos de la naturaleza».
Crédito de la nota: ADN Celam