Mensaje del Papa a los participantes en el CAM6

Mensaje del Papa a los participantes en el CAM6

El Papa Francisco dirigió un mensaje a los participantes del 6.° Congreso Americano Misionero (CAM6), que se lleva a cabo en Ponce, Puerto Rico, del 19 al 24 de noviembre de 2024. En su mensaje, el Santo Padre nos habla de la misión en la vida de la Iglesia, recordando que esta se fundamenta en el encuentro personal con Jesús y en la experiencia transformadora de su misericordia (Foto: CAM6).

Con información de ADN Celam

A través de su legado pontificio, cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, el Pontífice manifestó la dicha que siente por quienes participan del CAM6. En el contexto del año dedicado a la oración como preparación para el Jubileo 2025, el Papa recordó la plegaria especial ofrecida a los participantes del CAM6: “Es una plegaria dirigida a la Santísima Trinidad, primero reconociendo al Padre como Dios misericordioso, que, en su Hijo Jesucristo, nos ha revelado la «Buena Nueva», para suplicarle que, por medio del Espíritu Santo, derrame su Amor y renueve la faz de la tierra”.

El fundamento de la misión es la experiencia de Dios

“Este es el fundamento de la misión, reconocernos hijos, tocados por la misericordia de Dios”, expresa el Papa, ya que “no podemos dar lo que no tenemos, no podemos expresar lo que no hemos vivido, lo que no han visto nuestros ojos ni han tocado nuestras manos”, aclara.

“El fundamento de la misión es la experiencia de Dios, el encuentro enamorado con Jesús, Él nos revela la «Buena Nueva», nos muestra al Padre”, afirma la carta, alentando a ver el ejemplo de “tantos misioneros que, con palabras y obras, lo han anunciado”.

“Jesús fue un misionero”, remarca el mensaje, y citando el Evangelio de Lucas (24,19) afirma: “Un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo”. Su misión estuvo anclada en una íntima oración con el Padre, que precedía todas sus acciones, y en una vida plenamente entregada a la voluntad divina, dando testimonio del amor más grande ante su pueblo: “Este es el mensaje que los misioneros han seguido traduciendo en cada época, en cada lugar, en cada lengua”.

La alegría de los discípulos

“Esta es la vocación del bautizado a la que se refiere la oración, ver a Dios, verlo en el mundo, en el hermano, tener ojos ‘cristificados’ y con ellos una mirada compasiva, acogedora, misericordiosa”, motiva el Papa.

Igualmente, alienta a mantener esta mirada que trasmita la alegría que desborda del corazón: “La alegría de los discípulos después del encuentro con el Resucitado, que no puede contenerse y les impulsa a ponerse en camino”.

“El Espíritu Santo obra en nosotros esta maravilla y pone en nosotros las palabras que dirigir a Dios y a los hombres”, asegura el Pontífice, alentando a que, junto a María, se invoque al Espíritu Santo, como hicieron los discípulos en el cenáculo, porque, a través del Espíritu, “a través de su fuerza vivificante, podemos trasmitir el mensaje en cualquier lengua. Sí, porque la Iglesia las habla todas, pero, sobre todo, porque siempre habla con un mismo lenguaje”.

El lenguaje del amor

“Se trata del lenguaje del amor, comprensible a todos los hombres, pues forma parte de su esencia misma, la de ser imagen de Dios. De este modo, el gozo del Espíritu no termina en ellos, sino que es expansivo, se comunica, convocándonos a caminar juntos, como Pueblo fiel de Dios, en sinodalidad y escucha mutua”, señala el Santo Padre.

Asimismo, el Papa recuerda que, oyendo a Dios y a los hermanos, podemos percibir cómo a veces su imagen está empañada ante nuestros ojos y pareciera que nos quedamos sin fuerzas para caminar. El Santo Padre insta no abandonar nuestra oración y, por el contrario, pedir “incesantemente al Padre que derrame su Amor, su Espíritu vivificante, para que renueve la faz de esta tierra lastimada por nuestras injusticias y el sufrimiento que hemos provocado”.

El Papa Francisco resaltó el ejemplo de la Santísima Virgen María como modelo perfecto de evangelización: “La Santísima Virgen María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo, se presenta como esa arca de la Alianza, ese primer Sagrario que, recibiendo a Jesús, se pone en camino, en el servicio. Ella es modelo de evangelización para ofrecer a Cristo a toda la humanidad”, afirma, e invita a imitar su ejemplo de entrega: “Y sostenidos por su cuidado maternal y providente, seamos siempre sus discípulos misioneros hasta los confines de la tierra. Que ella los cuide y Jesús los bendiga siempre”, finaliza.

Aquí el mensaje completo