El Día Internacional de los Derechos Humanos, el pasado 10 de diciembre de 2024, inició la campaña «La vida pende de un hilo», con el lema «Tejiendo futuro, protegiendo vidas», iniciativa que nace con el objetivo de «renovar anualmente el reclamo y la necesidad de justicia y garantía de derechos, dados los graves vejámenes que antes y ahora se presentan en gran parte del planeta Tierra y que lastimosamente en nuestro territorio nos impactan profundamente».
Dirigido a la sociedad civil, líderes indígenas, afrodescendientes, campesinos, defensores de derechos humanos, periodistas y comunidades organizadas, esta campaña busca unir esfuerzos para proteger la vida, el territorio y los derechos fundamentales.
Dieron lectura del pronunciamiento, Nery Rodenas, representante Plataforma Paz, Democracia y DDHH, y Zenaide Rodrigues de Andrade, de Protection International Colombia – Brazil. «Cada persona, cada vida, cada lucha por una vida digna y con justicia social importa, y nos llena de esperanza y ánimo para unirnos, pensar y realizar acciones en favor del territorio, del agua, de la dignidad, del trabajo, de la participación, del diálogo y, por ende, de la vida», señala el pronunciamiento.
Un año para tejer solidaridad y acción
La campaña, inspirada en la iniciativa brasileña «¡A vida por um fio!», se desarrollará durante un año, hasta el 10 de diciembre de 2025. Con el objetivo de «tejer una respuesta solidaria de “acuerpamiento” a las y los defensores y sus procesos de lucha, con acciones de visibilidad, formación e intercambio de buenas prácticas y acompañamiento a la incidencia internacional».
Además, se quiere visibilizar casos emblemáticos que ilustren el impacto social de la labor de los defensores; fomentar la formación e intercambio de buenas prácticas entre comunidades, organizaciones y líderes sociales; e impulsar acciones de incidencia internacional para exigir políticas más humanas e integrales.
Los organizadores resaltan la necesidad de construir redes de apoyo y promover acciones conjuntas entre la sociedad civil y los Estados para garantizar la seguridad de los defensores y sus comunidades.
Un homenaje a Juan Antonio López
La campaña abrió con la presentación del primer caso emblemático: la vida y lucha de Juan Antonio López, defensor del río Guapinol y del Parque Nacional Botaderos en Honduras, asesinado el pasado 14 de septiembre: «Este hecho criminal refleja una situación que evidencia múltiples factores de riesgo para personas defensoras, líderes y lideresas sociales, actores cívicos en riesgo y comunidades que no pueden convertirse sólo en cifras de muerte, ni en Honduras, ni en ningún otro país del mundo».
«Nuestro llamado hoy y siempre es por la vida, por la dignidad, por la justicia social, para reafirmar que nosotras y nosotros debemos conocer nuestra realidad, no para que el miedo y la zozobra nos inmovilicen, sino para que las violencias e injusticias no sean vistas con normalidad, y sepamos que no hay derechos totalmente ganados», expresa el pronunciamiento, exhortando a «tejer mutuamente», para que la indiferencia no ciegue y el dolor que quienes sufren indigne: «para que esta realidad tan cruel y sangrienta que estamos viviendo como humanidad no se normalizada».
Un grito de esperanza
Se espera que el caso de Juan López sea un referente para quienes buscan justicia y respeto por los derechos humanos. Que sus palabras: «Yo nací para amar la vida, para querer la vida y para luchar por la vida», sean recordadas, pero también se medite y se interiorice la frase: «Por eso estamos acá, seguiremos acompañando, solidarizándonos y tejiendo para que nuestra vida no penda de un hilo».
Desde Honduras, y con un alcance que busca impactar a toda América Latina y el Caribe, la campaña se erige como un grito de esperanza para transformar la violencia en justicia y el abandono en solidaridad. También es una invitación abierta a organizaciones civiles y todos los sectores sociales comprometidos con la justicia y la dignidad se sumen a favor de la vida digna y del territorio.
Crédito de la nota: ADN Celam