Las vocaciones religiosas en Namibia están en aumento y, esto crea una urgente necesidad de formación apropiada de las hermanas. Respondiendo a esta llamada, sor Anne Arabome ha tomado la iniciativa de instituir el primer centro de formación teológica y espiritual en Namibia para responsabilizar a las religiosas de su vocación.
La formación teológica y espiritual permanente está ahora disponible para las Superiores mayores en Windhoek, capital de Namibia. Según el «Annuarium Statisticum Ecclesiae 2023», hay un crecimiento notable y sostenido de las vocaciones religiosas en África. Si bien, este crecimiento es un don agradecido, crea una profunda necesidad de programas de formación teológica y espiritual para las religiosas católicas que no tienen acceso a la educación superior pastoral.
Con el fin de proporcionar servicios adecuados a los marginados y a las personas que viven en la pobreza, estas mujeres que están dando su vida al servicio de Cristo, merecen tener una sólida base en teología, Sagrada Escritura, espiritualidad y capacidades de gestión. La religiosa Anne Arabome, SSS, miembro de las hermanas del Servicio Social de Los Ángeles, respondió a esta necesidad de formación de las religiosas en África fundando el «Instituto Sophia para los Estudios Teológicos y la Formación Espiritual» en Namibia. «El carisma de las Hermanas de los Servicios Sociales permitete a los miembros crecer en su conciencia sobre el Espíritu Santo y la acción del Espíritu en el mundo, comprometiéndose activamente en la Misión Social de la Iglesia. El Instituto Sophia es la encarnación de este carisma», ha afirmado sor Anne.
Después de muchos años de servicio y de ministerio en Estados Unidos, regresó a África para crear oportunidades innovadoras de formación para las religiosas africanas que se basan en los valores y los principios únicos africanos de vida y espiritualidad religiosa. «Siempre he tenido la fuerte sensación de estar llamada por Dios; esta llamada me ha llevado a África, en particular a Namibia y a África meridional», dijo la hermana Anne a propósito de su motivación para crear el Instituto Sophia. «Las religiosas en esta zona de África tienen oportunidades limitadas de formación en los estudios teológicos y en la espiritualidad», ha aseverado. «Hay muchas religiosas dotadas, talentosas y competentes que son apasionadas de la misión de la Iglesia de llevar la luz de Cristo a los demás. Necesitan y merecen apoyo espiritual, teológico y de capacidad de gestión».
Ha añadido que precisamente esta es la vocación del Instituto Sophia, que ya ofrece un programa para las mujeres que formarán a otras jóvenes mujeres a la vida religiosa. «Esta formación es virtual y alcanza a estas mujeres en Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue y Lesoto. Y esto se hace a un coste financiero mínimo», ha afirmado la religiosa.
La iniciativa de hermana Anne se extiende en dos continentes, ya que coordina también un programa de vida intercultural y de estudios teológicos para las religiosas africanas en colaboración con el Centro de Espiritualidad Ignaciana de Glasgow, en Escocia. «Tengo pasión por el ministerio, la justicia social y las becas, con particular atención a la vida espiritual de las mujeres africanas y a la espiritualidad ignaciana», ha declarado. Ha añadido que se inspira en el modelo sinodal en la formación de las directivas africanas, considerando haber «incorporado los valores, los principios y la práctica de la sinodalidad en mi misión de formación».
Reflexionando sobre el recorrido realizado hasta ahora, sor Anne ha compartido sus ardientes esperanzas para el Instituto Sophia. «Tengo el sueño de que esta iniciativa sea un medio para potenciar y reivindicar la dignidad y la belleza de las religiosas africanas y de sus comunidades a través de la reflexión teológica creativa y contextualizada, la formación, la renovación, el acompañamiento espiritual y los retiros ignacianos», ha deseado. «Esta es una aventura entusiasmante», concluyó la hermana Anne. «Experimento la presencia de Aquel que es mucho más grande que yo y que me ha llamado a caminar con las religiosas. De esta manera, estoy desarrollando la misión social de la Iglesia».
Crédito de la nota: Vatican News