Papa León XIV: «Aprendamos del corazón de Jesús la compasión por el mundo»

Papa León XIV: «Aprendamos del corazón de Jesús la compasión por el mundo»

En este momento, donde el mundo está inmerso en el sufrimiento de las guerras, la desigualdad y el dolor de los más frágiles, este mensaje resuena con fuerza y llama a la humanidad a reflexionar. Frente a esta realidad, León XIV recuerda que sólo un corazón tocado por Cristo puede convertirse en fuente de alivio para los demás.

La fuerza transformadora del encuentro con Jesús

El papa pone en el centro de su mensaje una oración íntima y poética que expresa el deseo de conocer más profundamente a Jesús, de contemplarlo en el Evangelio y de aprender de su cercanía con los pobres y los que sufren.

«Señor, hoy vengo a tu tierno Corazón…
a Ti que derramas compasión sobre los pequeños y los pobres…
Deseo conocerte más, contemplarte en el Evangelio,
estar contigo y aprender de Ti…»

El pontífice observa que Jesús no actuó desde una ideología ni desde una distancia fría, sino desde un corazón que se deja afectar y transformar por el dolor humano. Es esa misma compasión la que debe inspirar a los creyentes de hoy.

Un camino que transforma la vida y el mundo

El mensaje del papa no se queda en lo íntimo. El obispo de Roma impulsa a un compromiso concreto con el mundo. «Desde este encuentro, envíanos en misión; una misión de compasión por un mundo en el que eres la fuente de donde fluye toda consolación».

Esta invitación a la misión nace del encuentro con el Corazón de Cristo. Es una llamada a actuar en medio del mundo, no desde el juicio o la indiferencia, sino desde la ternura, la presencia activa y la solidaridad con quienes más lo necesitan.

Una intención que une a la Iglesia universal

La intención del mes de junio une a toda la Iglesia en una sola plegaria: «que cada cristiano experimente el consuelo de Cristo y lo irradie en su entorno». En medio de tiempos desafiantes, el papa propone la compasión no como un sentimiento pasajero, sino como una actitud transformadora, aprendida de Jesús.

Es tiempo de mirar a la humanidad con los sentimientos del Corazón de Cristo. Como nos recuerda León XIV, ese Corazón «divino y humano» es refugio, escuela de amor, y fuente de consuelo para todos los que buscan esperanza.

Crédito de la nota: El Video del Papa y ADN Celam