Este 6 de agosto, se dio a conocer el video mensaje del Santo Padre a los participantes en el Tercer Congreso de la Red Católica Panafricana de Teología y Pastoral: «abrir los corazones y las mentes de las personas a la verdad y el amor de Dios».
«Los animo a seguir construyendo la familia de las Iglesias locales en sus diferentes países y zonas, para que haya redes de apoyo disponibles para todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo y para la sociedad en general, especialmente para quienes viven en las periferias», este es el aliento que dirige el papa León XIV a los participantes en el Tercer Congreso de la Red Católica Panafricana de Teología y Pastoral, titulado «Caminar juntos en la esperanza como Iglesia-Familia de Dios en África», reunidos del 5 al 10 de agosto, en la sede de la Universidad Católica de África Occidental, en Abiyán, Costa de Marfil.
Reunidos para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia en África
En sus saludos a los participantes en el Tercer Congreso católico Panafricano de Teología, Sociedad y Vida Pastoral, el Santo Padre agradeció a los organizadores por su arduo trabajo en la preparación de este importante encuentro eclesial y ofreció sus oraciones por los frutos de este Congreso.
«También ofrezco mis oraciones a los obispos, a los teólogos, a los responsables pastorales, a los jóvenes y todos los fieles laicos que se han reunido para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia en África».
La esperanza enlaza la fe y la caridad
Asimismo, el Pontífice recordó que, en el Segundo Congreso de Teología y Pastoral, que se realizó en Nairobi en 2022, se habló de la importancia de la fe. Ahora, en el contexto del Jubileo de este año, se trata de otra virtud teologal: la esperanza. Y es precisamente la esperanza la que «desempeña un papel vital en nuestra peregrinación terrenal», de hecho, puede considerarse la virtud que vincula a las otras dos.
«En cierto sentido, la fe y la teología brindan las bases para conocer a Dios, mientras que la caridad es la vida de amor que gozamos con Él. Sin embargo, es a través de la virtud de la esperanza que deseamos alcanzar la plenitud de esta felicidad en el Cielo. Así, nos inspira y nos sostiene para acercarnos cada vez más a Dios, incluso ante las dificultades de la vida».
La Iglesia en África puede ser un faro de esperanza
A los teólogos, agentes pastorales, jóvenes, lideres religiosos y agentes de cambio que participan en este Congreso, el Papa les recordó que, «África, como cualquier otra parte del mundo, enfrenta una serie de dificultades particulares». Por ello, ante estos desafíos y con la percepción de que las cosas no cambian, es fácil desanimarse.
«Sin embargo, es precisamente el papel de la Iglesia de ser la luz del mundo, una ciudad asentada sobre una colina, puede ser un faro de esperanza para las naciones».
Crear redes de ayuda entre las Iglesias locales
En este sentido, el Santo Padre indicó que, el tema de su Congreso es particularmente pertinente: «Caminar juntos en la esperanza como Iglesia-Familia de Dios en África». Si bien cada uno de nosotros está llamado a cultivar su propia relación personal con Dios, por nuestro bautismo, precisó el Pontífice, estamos unidos como hijos e hijas de nuestro Padre Celestial. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros.
«De hecho, la familia suele ser el primer lugar donde recibimos el amor y el apoyo que necesitamos para ir adelante y superar las pruebas que la vida nos presenta. Por este motivo, los animo a seguir construyendo la familia de las Iglesias locales en sus diferentes países y zonas, para que haya redes de apoyo disponibles para todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo y para la sociedad en general, especialmente para quienes viven en las periferias».
Enfatizar la importancia de ver la unidad entre teología y pastoral
Antes de encomendarlos a la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, para que ella guíe e inspire sus esfuerzos, el papa León XIV invitó a los participantes en este Congreso a ver la importancia de la unidad entre teología y pastoral.
«Debemos vivir lo que creemos. Cristo nos dijo que vino no solo para darnos vida, sino para dárnosla en abundancia. Por lo tanto, es su deber trabajar juntos para implementar programas pastorales que demuestren cómo las enseñanzas de la Iglesia ayudan a abrir los corazones y las mentes de las personas a la verdad y el amor de Dios».
Crédito de la nota: Vatican News.