«El recuerdo de nuestro querido hermano sigue vivo, y los valores que defendió aún arden en nuestros corazones», señalaba el obispo de la diócesis de Ngong, Kenia, Mons. John Oballa Owaa, a los fieles reunidos en la parroquia Lolgorian para conmemorar el 25 aniversario de la muerte del padre John Anthony Kaiser. El obispo transmitió la cercanía de toda la Conferencia Episcopal de Kenia a la celebración de este aniversario.
El padre Kaiser, misionero de Mill Hill nacido en Estados Unidos, llegó a Kenia en 1964 y fue conocido por su valentía y su ministerio profético, al defender a los marginados y a los últimos, exponiendo las injusticias agrarias, defendiendo los valores familiares y apoyando a los vulnerables, sin miedo a las numerosas intimidaciones que sufrió.
«El padre Kaiser fue un hombre valiente, un sacerdote que eligió caminar con los oprimidos y dar voz a los que no la tenían», decía un mensaje del Departamento de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal. «Su vida fue un testimonio vivo de las Bienaventuranzas: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados», añadía.
El 24 de agosto de 2000, el cuerpo del padre Kaiser fue encontrado en la carretera Naivasha-Nairobi con una herida de bala en la cabeza. Fue el resultado de su firme postura contra la corrupción, la opresión y el abuso de poder. Su muerte, recordó el obispo de Ngong, fue un doloroso recordatorio del precio que supone decir la verdad al poder.
La historia del padre Kaiser forma parte de una lucha más amplia en la historia de Kenia. El obispo recordó así a otros líderes valientes que lucharon por la justicia, como el obispo anglicano Alexander Kipsang Muge, la activista Karimi Nduthu y, más recientemente, jóvenes kenianos Rex Masai y otros, asesinados durante las protestas de 2024. «Estas vidas, pasadas y presentes, nos imponen un deber sagrado. No podemos permitirnos la indiferencia ante la injusticia. Debemos alzarnos para defender la verdad, mantener la integridad y defender con firmeza a los pobres y oprimidos», declaraba el obispo de Ngong, la diócesis en la que el misionero ejerció su ministerio.
Mientras los fieles rezaban por el descanso del alma del padre Kaiser, el obispo instó a los kenianos a renovar su compromiso con su visión de una nación justa y pacífica. «La lucha por la justicia no terminó con el padre Kaiser», dijo. «Continúa hoy con una nueva generación que exige buen gobierno y respeto por la dignidad humana. Su valentía nos reta a mantener viva la llama de la verdad. Continuemos la lucha no con odio ni violencia, sino con valentía pacífica y un compromiso inquebrantable con el Evangelio, y que la memoria del padre Kaiser nos inspire a construir una Kenia donde se diga la verdad sin miedo, donde se respete la dignidad humana y donde la paz se base en la justicia».
En 2011, se estrenó una película sobre la vida del padre Kaiser, «The Rugged Priest» –el misionero robusto–, dirigida por el keniano Bob Nyanja, que ganó el premio Golden Dhow 2011 en el 14º Festival Internacional de Cine de Zanzíbar y el premio del Jurado de Verona a la Mejor Película Africana.
Crédito de la nota: OMPRESS.