La Iglesia en Honduras vive un tiempo de gracia tras el Jubileo de Catequistas y el próximo Jubileo de las Misiones en Roma. Sacerdotes, laicos y jóvenes catequistas regresan con el compromiso de anunciar el Evangelio con nuevas fuerzas, preparando desde ya el camino hacia la gran misión extraordinaria del 2026.
En el marco de los jubileos de catequistas y de las misiones, varios representantes de la Iglesia hondureña compartieron sus reflexiones tras participar el sábado en el Jubileo de los catequistas, evento jubilar presidido por el Papa. Sus testimonios destacan el compromiso de los laicos y religiosos en la evangelización, así como la necesidad de aprovechar los nuevos medios de comunicación y tecnologías en la misión. Se confirma que la Iglesia hondureña asume el reto de ser una Iglesia en salida, donde catequistas, laicos, jóvenes y sacerdotes se sienten llamados a anunciar el Evangelio en todos los espacios, desde las comunidades hasta el mundo digital.
La intuición como don del Espíritu
El padre Óscar del Cid, miembro de la Comisión Nacional de Pastoral y responsable de la Comisión Nacional de Misiones, resaltó que el Papa ha dado «como anillo al dedo» la intuición cristiana como un don del Espíritu Santo. Para él, cada catequista debe descubrir este don en la evangelización, pues puede despertar nuevas vocaciones. Recordó también que tras el Congreso Americano Misionero (CAM6) en Puerto Rico, la Iglesia hondureña celebró en Olancho su propio Congreso Nacional de Misiones, siempre con la perspectiva ad gentes.
«El reto en Honduras —afirmó— es que los laicos bautizados se sientan también comprometidos con la evangelización».
El compromiso de los catequistas
Blanca Echeverri, coordinadora de la Zona San Pablo VI en la Arquidiócesis de San Pedro Sula, subrayó que los catequistas cumplen con el mandato de Cristo de llevar la Buena Nueva a niños y adultos. De cara al jubileo de las misiones, reconoció el desafío de llegar a los más alejados: «Llevar esa palabra, ese mensaje de esperanza. Por eso somos peregrinos de esperanza».
Jóvenes catequistas y misión digital
Jafeth Martínez, catequista joven de la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Siguatepeque, expresó que la experiencia vivida le motiva a compartir el amor de Cristo con otros jóvenes. Para él, las redes sociales son una herramienta clave:
«Uno con su testimonio en redes puede influir mucho en los demás jóvenes. Incluso hemos visto tiktoks de otras parroquias que nos inspiran a atraer a más jóvenes».
En la misma línea, el padre Wilmer Gómez, rector del Seminario Mayor de Comayagua, resaltó que la inteligencia artificial y los medios digitales deben ser aprovechados con responsabilidad para anunciar la Buena Nueva. «Dios nos concede esas facultades para usarlas en la evangelización», afirmó.
Una Iglesia en salida hacia 2026
Finalmente, Manfredo Fajardo, de la Pontificia Unión Misionera de Honduras, recalcó la necesidad de una «Iglesia cercana, de escucha y diálogo». Adelantó que la Iglesia en Honduras se prepara para una Misión Extraordinaria en 2026, con un proceso gradual: 2023 dedicado a la comunión, 2024 a la participación, 2025 como etapa formativa y 2026 como año de evangelización en todo el país.
Crédito de la nota: Vatican News.