En los Jardines de Castel Sant’Angelo, una tarde de música, testimonios y espectáculos concluyó el Jubileo del mundo misionero y de los migrantes. El cardenal Czerny: «Recemos para tener la alegría del misionero y la esperanza del migrante». El cardenal Tagle: «La migración es siempre una peregrinación de misión. A veces solo podemos susurrar el Evangelio».
«Nuestra oración hoy es tener el celo y la alegría del misionero, pero también la constancia y la esperanza del migrante, para llevar a Jesús a nuestro mundo que tanto, tanto lo necesita. Para ser todos misioneros y migrantes de esperanza y de paz». Así el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, introdujo la Fiesta de los Pueblos en los Jardines de Castel Sant’Angelo, evento que concluyó el Jubileo del mundo misionero y de los migrantes.
Después de él, el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares, añadió que «la migración es una peregrinación de misión. Todos los migrantes han dejado sus casas por una misión, por el bienestar de su propia familia». Como migrantes cristianos, explicó Tagle, «somos verdaderamente portadores del Evangelio. La situación, a veces, solo nos permite susurrar el Evangelio, y así decirle a todos que Dios nos ama, que somos sus hijos e hijas. Con nuestras sonrisas, con nuestro testimonio, susurramos el Evangelio».
Una tarde de música, testimonios y espectáculos
La Fiesta de los Pueblos, con el tema «Migrantes y Misioneros de esperanza entre los pueblos», fue organizada por una mesa conformada por diversas realidades católicas que trabajan con y para los migrantes, refugiados y el mundo misionero, y promovida por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Evangelización, Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares.
Fue una tarde de música, testimonios y espectáculos con migrantes, misioneros y artistas provenientes de todo el mundo, entre ellos, por ejemplo, la comunidad india latina de Roma, el grupo juvenil de la comunidad filipina, los Sorirang de Corea, la International Migrants School de Roma, la asociación cultural PerùFolk, en una fiesta que unió la realidad migratoria y el mundo misionero, expresión de una Iglesia que acoge y abraza.
Desde las 15 hasta las 19 horas, en los Jardines de Castel Sant’Angelo, la conducción del evento estuvo a cargo de presentadores de diversas nacionalidades: italiana, afgana e india.
Crédito de la nota: Vatican News.