La Inmaculada Concepción de María es una de las fiestas más importantes para la Iglesia Católica. Para entender su importancia histórica, habría que remontarnos al 8 de diciembre de 1854, cuando el Papa Pío IX lo convirtió en dogma mediante la bula Ineffabilis Deus.
La Inmaculada concepción y la Virgen de Lourdes
Casi cuatro años después de que se estableciera dicho dogma, en Lourdes, Francia, una humilde campesina, Bernardette Soubirous, tuvo 18 apariciones de la Virgen María, quien le reveló su nombre con estas palabras: «Yo soy la Inmaculada Concepción».
Cien años después, el 8 de septiembre de 1953, Pío XII decretó en su Carta Encíclica Fulgens Corona la celebración del primer Año Mariano en la historia de la Iglesia Católica.
¿Qué es la inmaculada concepción?
La inmaculada concepción se refiere a la concepción inmaculada de María; es decir, que fue concebida sin el pecado original.
La Biblia habla de la inmaculada concepción; la explica en varios textos que parten del libro del Génesis y en el Evangelio de Lucas (1,28), quien señala que el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a ver a la Virgen María, y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» y luego, en el Apocalipsis (12,1) se refiere a Ella como una «mujer vestida de sol». ¡Bendecido día de la Inmaculada Concepción de María!
Crédito de la nota: Desde la Fe.