El norte de Mozambique está cada vez más al centro de intereses de varios Estados, donde el 6 de septiembre, en el asalto a la misión de Chipene, fue asesinada la misionera comboniana María De Coppi.
Las provincias de Cabo Delgado y Nampula (donde se encuentra Chipene) están amenazadas por la insurgencia de los yihadistas de la Provincia de África Central del Estado Islámico (ISCAP-Mozambique). El conflicto ha desplazado hasta ahora a más de 800 mil personas, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones, y ha cobrado la vida de cuatro mil personas.
El 21 de septiembre, Tanzania y Mozambique firmaron un acuerdo para la lucha conjunta contra los yihadistas, que también han atacado algunas ciudades fronterizas. Una fuerza de intervención de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC) llamada Misión de la SADC en Mozambique (SAMIM) y un contingente militar ruandés ya están desplegados en el norte de Mozambique.
Las fuerzas africanas desplegadas en Mozambique reciben ayuda financiera de potencias no africanas. Es el caso de la Unión Europea, que por boca de la presidenta de la Comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo, la francesa Nathalie Loiseau, ha declarado que está estudiando la posibilidad de suministrar «armamento letal» a la SANIM, que ya recibe 89 millones de euros en «ayuda no letal» y 15 millones de euros en asistencia financiera de la UE, en el marco de la Misión de Entrenamiento Militar de la Unión Europea (EUTM Mozambique).
Uno de los países que más contribuye a la SANIM es Sudáfrica, cuyo presidente, Cyril Ramaphosa, ha pedido a Estados Unidos apoyo para contrarrestar la insurgencia en Mozambique. Sudáfrica teme que la inestabilidad mozambiqueña se extienda a otros países de la región, sobre todo quiere proteger sus inversiones en el país, especialmente en el sector energético.
El gobierno estadounidense anunció en abril que Mozambique había sido seleccionado como «país prioritario para la Estrategia Nacional de Prevención de Conflictos». El personal militar estadounidense lleva ya algún tiempo entrenando a sus homólogos mozambiqueños.
Las importantes reservas de petróleo y gas concentradas en el norte del país se consideran cada vez más estratégicas en la política europea de búsqueda de alternativas al gas ruso. No es casualidad que entre las empresas que participan en su explotación se encuentren multinacionales petroleras francesas e italianas.
Crédito de la nota: Agencia Fides