«Nadie debería tener que hacer cola para recibir ayuda cuando no estamos en guerra», afirma Matthew Hassan Kukah, Obispo de Sokoto, Nigeria, en su mensaje de Pascua titulado «Es hora de sanar».
En el mensaje, el obispo Kukah enumera lo que, según él, son los males que la nación nigeriana necesita sanar: déficit alimentario, corrupción, nepotismo e inseguridad.
Sobre el primer punto, el obispo de Sokoto afirma: «Devolvamos a nuestra gente a sus granjas y desarrollemos un plan agrícola integral para que nuestro país vuelva a la senda del honor y la dignidad humana».
La petición del arzobispo Kukah se explica por el hecho de que el enorme potencial agrícola de Nigeria no se está explotado adecuadamente, hasta el punto que, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), «26,5 millones de nigerianos pasarán hambre aguda en la temporada de escasez entre junio y agosto de 2024». «Se trata de un aumento asombroso con respecto a los 18,6 millones que sufrían inseguridad alimentaria a finales de 2023», señala el PMA.
La inseguridad provocada por los grupos yihadistas y las bandas criminales en la región nordorientale ha obligado a millones de personas a abandonar los campos donde practicaban una agricultura de subsistencia.
A esto se añaden los cambios climáticos que provocan sequías e inundaciones. En cualquier caso, persiste el problema subyacente de la escasa inversión en el sector agrícola en un sistema económico dominado por las exportaciones de petróleo. Las rentas del petróleo fomentan más las importaciones de alimentos del extranjero que las inversiones en el sector agrícola local.
Como consecuencia, Nigeria, que cuenta con 70,8 millones de hectáreas de tierras agrícolas, sembradas de maíz, mandioca, batata, mijo y arroz, no puede ser autosuficiente para alimentar a sus 220 millones de habitantes. La producción de arroz de Nigeria aumentó de 3,7 millones de toneladas en 2017 a 4,0 millones de toneladas en 2018. A pesar de ello, solo el 57 % de los 6,7 millones de toneladas de arroz que se consumen anualmente en Nigeria se produce localmente, lo que provoca un déficit de unos 3 millones de toneladas, que se importan o se introducen ilegalmente de contrabando.
Nigeria importa anualmente alimentos por valor de 10 mil millones de dólares de la Unión Europea, Asia, Estados Unidos, Sudamérica y Sudáfrica. Existen planes para mejorar la agricultura nigeriana, que representa alrededor del 23% del Producto Interior Bruto y da empleo a cerca del 70% de la población activa.
Los planes incluyen la adopción de técnicas agrícolas modernas con el uso de semillas mejoradas. Estas últimas, sin embargo, son producidas por decenas de empresas mundiales que, de hecho, ejercen un oligopolio mundial sobre la producción de alimentos.
Crédito de la nota: Agencia Fides.