En la madrugada de este 14 de octubre, hora de Italia, nos dejaba el P. Pierluigi Cadé, conocido en México como el P. Pedro Cadé. Llegó a nuestro país en 1978 y dejó una gran huella en Ciudad Constitución, donde trabajó con gran entusiasmo misionero y donde construyó el hermoso Santuario de la Virgen de Guadalupe que hoy conocemos.
Fecha de nacimiento: 11/01/1932
Lugar de nacimiento: Zanica, Bergamo (Italia)
Votos temporales: 09/09/1951
Votos perpetuos: 09/09/1957
Fecha de ordenación: 01/03/1958
Llegada a México: 1978
Fecha de fallecimiento: 14/10/2024
Lugar de fallecimiento: Castell d’Azzano, Italia
El P. Cadé nació el 11 de enero de 1932 en Zanica, en la diócesis de Bérgamo, en Italia. Hizo sus primeros votos en 1951 y fue ordenado sacerdote el 1 de marzo de 1958. Tras 5 años de labor misionera en Italia fue destinado a Burundi, donde trabajó hasta 1965, año en que se vio obligado a regresar a Italia, como otros muchos misioneros que fueron expulsados del país.
Había pedido ir a la misión de Centroáfrica, pero fue destinado a la Baja California, a donde llegó en 1978. Estuvo diez años en la parroquia del Corazón de María. Luego fue destinado a Ciudad Constitución, con la misión de ocuparse de la comunidad de Guadalupe, donde permanecería 16 años. Allí se dedicó en cuerpo y alma no sólo al cuidado pastoral de una comunidad que no dejaba de crecer, sino a construir el hermoso templo del Santuario de Guadalupe que conocemos hoy. En Ciudad Constitución dejó una gran huella entre la gente, que siempre lo recordará. Regresó a la Paz, al que era entonces templo expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, donde estuvo otros nueve años. Lo remodeló para darle el aspecto que tiene hoy, ya convertido en parroquia.
En 2013, mayor y enfermo, tuvo que regresar a Italia. Fueron 92 años de vida y 66 años de sacerdocio, de los cuales 35 los dedicó a la Baja California Sur. A sus espaldas, una gran labor misionera que muchos recuerdan y agradecen. Descansa en paz.
Compartimos un video de hace algunos años en los que el P. Cadé hace un repaso a su trabajo misionero en Baja California durante los 35 años que vivió entre nosotros.
Crédito de la nota: Combonianos México