Mensaje a la Iglesia brasileña: «que la naturaleza “repose” de la explotación»

Mensaje a la Iglesia brasileña: «que la naturaleza “repose” de la explotación»

En su mensaje de inicio de Cuaresma a la comunidad eclesial del país sudamericano, sede de la próxima «Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático» (COP30), Francisco renueva su llamamiento a un camino que una la «conversión personal de cada creyente» con un compromiso colectivo en favor del medio ambiente.

La «conversión personal de cada creyente a Cristo», en paralelo con la comunitaria, que tiene como horizonte la promoción de una «ecología integral», para que la naturaleza pueda descansar de las «explotaciones codiciosas» causadas por el hombre, es el deseo del papa Francisco dirigido a la Iglesia brasileña al inicio de la Cuaresma.

Francisco elogió los esfuerzos de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, en particular la tradicional Campaña de la Fraternidad, que este año tiene como tema Fraternidad y Ecología Integral, con el lema tomado del Génesis: «Y vio Dios que esto era bueno». La iniciativa de los obispos brasileños pretende guiar a los fieles por un camino de conversión inspirado en la encíclica «Laudato si».

El Papa recuerda cómo, en aquel documento, había subrayado la necesidad de una «profunda conversión interior». Una necesidad ya destacada por san Juan Pablo II, que hablaba de una «conversión ecológica» capaz de hacer a la humanidad más sensible al cuidado de la «Casa Común». Francisco saludó la atención de la Iglesia brasileña a las cuestiones ambientales, destacando el papel crucial de Brasil, que en noviembre será sede de la COP30. El evento se celebrará en Belém, capital del estado amazónico de Pará, corazón del «pulmón verde» de la Tierra. Desde ahí, el Pontífice espera que se adopten «prácticas que ayuden a superar la crisis climática» y a preservar «la maravillosa obra de la Creación, que Dios nos ha confiado y que tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras».

Finalmente, el Obispo de Roma vuelve sobre la Campaña de la Fraternidad, deseando que sea «una ayuda poderosa para las personas y comunidades» de Brasil, «en su proceso de conversión al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y en su compromiso concreto con la ecología integral». La carta, redactada el 11 de febrero pasado, concluye confiando estos deseos a Nuestra Señora de Aparecida.

«Espero que este camino cuaresmal dé muchos frutos y nos llene a todos de esperanza, de la que somos peregrinos en este Jubileo».

Crédito de la nota: Vatican News