Tras el grave ataque al complejo de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, que ha causado 3 muertos y al menos 9 heridos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, junto con Teófilo III, Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, se han dirigido con una delegación eclesiástica a la ciudad de Gaza para expresar «la común solicitud pastoral de las Iglesias de Tierra Santa y su preocupación por la comunidad de Gaza».
Durante la visita, los patriarcas y los demás miembros de la delegación se han reunido con los cristianos de Gaza para manifestarles de manera concreta y cercana su deseo de estar a su lado tras la violencia sufrida. La visita también ha sido una oportunidad para constatar sobre el terreno la magnitud de la tragedia humanitaria que sigue aplastando a toda la población palestina de la Franja.
«A petición del Patriarcado Latino y en coordinación con los socios humanitarios», se lee en el comunicado difundido esta mañana, «se ha garantizado el acceso para la entrega de ayuda esencial no solo a la comunidad cristiana, sino también al mayor número posible de familias. Se trata de cientos de toneladas de alimentos, kits de primeros auxilios y equipos médicos de primera necesidad. Además, el Patriarcado ha asegurado la evacuación de las personas heridas en el ataque a centros médicos fuera de Gaza, donde recibirán atención médica».
En el comunicado, se expresa agradecimiento al Papa León XIV, quien ha llamado por teléfono al Cardenal Pizzaballa y al Patriarca Teófilo a su llegada a Gaza «para ofrecerles su apoyo, su cercanía y sus oraciones».
Esta mañana, los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén también han difundido un comunicado en el que expresan su cercanía al Patriarcado Latino de Jerusalén y a las personas refugiadas en la parroquia católica de la Sagrada Familia en Gaza tras «el cobarde ataque lanzado por el ejército israelí contra el complejo de la iglesia».
En el comunicado, los patriarcas y los jefes de las Iglesias de Jerusalén no tienen en cuenta las declaraciones de la parte israelí que pretendían presentar el ataque a la parroquia de Gaza como un «error».
Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén califican este acto como un «crimen» deliberado. «Los lugares de culto», subrayan, «son espacios sagrados que deben protegerse. Además, están protegidos por el derecho internacional. Atacar una iglesia que acoge a unos 600 refugiados, entre ellos niños con necesidades especiales, es una violación de estas leyes. Es también una afrenta a la dignidad humana, un pisoteo de la sacralidad de la vida humana y la profanación de un lugar santo».
Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén también piden a los líderes políticos internacionales y a las agencias de las Naciones Unidas «que trabajen por un alto el fuego inmediato en Gaza que ponga fin a esta guerra», implorándoles además que «garanticen la protección de todos los lugares religiosos y humanitarios y que proporcionen ayuda a las masas hambrientas en toda la Franja de Gaza».
Crédito de la nota: Agencia Fides.
