Se acaba de hacer público en Roma el informe La Cooperación Misional Pontificia y la Solidaridad entre las Iglesias 2019/2020, que detalla las ayudas de las Obras Misionales Pontificias a los territorios de misión y que recoge verdaderas «sorpresas de generosidad». Son 86 millones 460 mil 136 dólares con 32 centavos los que en ese curso, gracias a la generosidad de todos los fieles católicos del mundo con la Obra de la Propagación de la Fe, el Domund, se pudo enviar a las Iglesias, literalmente de medio mundo, los mil 116 territorios de misión son una parte importante de todas las diócesis, pero conviene echar un vistazo a las cifras.
Junto a los «gigantes» en aportación al Domund, como son Estados Unidos (33.150.230 dólares) o España (12.004.148,22 dólares), están países como Mozambique (5.955,26 dólares), Guinea Ecuatorial (20.884,94 dólares) o Camboya (5.900 dólares). Sí, también las Iglesias de los países más pobres del mundo muestran su generosidad con el Fondo Universal de las Obras Misionales Pontificias, haciendo una realidad que muestra la esencia de estas Obras, continuidad de los primeros cristianos de los que hablan los Hechos de los Apóstoles. «tenían todas las cosas en común».
Es cierto que estos tres países citados reciben mucho más de lo que aportan. En el caso de Mozambique, en 2019-2020, a las doce diócesis del país el Domund envió la suma de 500.553 dólares. Sólo una ayuda para Camboya, la asistencia a los refugiados acogidos en la Iglesia de San José de Phnom-Penh, con 10.000 dólares, prácticamente dobla lo aportado por la Iglesia de este país del sureste asiático. Pero en estos casos, y en otros que se pueden citar, como Mali, Papúa Nueva Guinea o Pakistán, las sumas que el Domund ha recaudado son fruto de la concienciación misionera en estas Iglesias que aportan desde su pobreza de medios. También las Iglesias de Madagascar, Liberia o Kazajstán, por seguir citando ejemplos, organizan y animan la campaña del Domund, y también, al igual que en España, la recaudación es la aportación de pequeños donativos de fieles que saben que la evangelización es una obra de todos.
Pero no todas las aportaciones de los tradicionales «países de misión» son pequeñas. Conforme se ha ido consolidando la Iglesia en ellos, se ha visto incrementada la generosidad con la misión. La India aporta al Domund nada menos que 3 millones 390 mil 579.62 dólares, e Indonesia, el país con más musulmanes de la tierra, pero con un porcentaje de católicos muy pequeño, pone a disposición de la Obra de la Propagación de la Fe nada menos que 603 mil 263.30 dólares. Y la República Democrática del Congo, a pesar de las guerras, los refugiados y las enfermedades, presenta 355 mil 431.54 dólares.
Como decía el papa Francisco en su mensaje para el Domund: «Aun los más débiles, limitados y heridos pueden ser misioneros a su manera, porque siempre hay que permitir que el bien se comunique, aunque conviva con muchas fragilidades».
Crédito de la nota: OMPRESS