Estamos a unos cuantos días de celebrar el nacimiento de San Daniel Comboni (15 de marzo) y creo que sea una buena ocasión para acercarnos a él y para dejarnos interpelar por el don de su persona y de su carisma. Me gustaría que la celebración de su nacimiento se convirtiera en un nuevo nacimiento misionero para quienes hemos heredado su carisma.