El balance del violento incendio que ha devastado el 11 de enero el campo de refugiados de la Iglesia Católica, «Galileo», en el centro de Alindao, ciudad situada a 500 km al este de Bangui, capital de la República Centroafricana es de unas mil 500 viviendas destruidas por el fuego y grandes daños materiales en otras estructuras. Además una veintena de personas han sido hospitalizadas.
Galileo es el mayor emplazamiento del PDI en la ciudad de Alindao, situado en el interior de la Catedral del Sagrado Corazón de Alindao. Actualmente acoge a los desplazados de Basse-Kotto que huyen de los abusos de la UPC de Ali Darass.
Un total de cuatro mil 803 personas han perdido sus hogares y necesitan alimentos, agua y artículos de primera necesidad, según ha declarado Anita Cadonau, responsable de comunicación de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU en África Central (OCHA).
Según las autoridades, el incendio está vez ha sido accidental. La instalación había sufrido un incendio el 12 de febrero de 2020 y había sido atacada varias veces por los rebeldes.
Desde el comienzo de la guerra civil en 2013, cientos de miles de personas han huido de los combates.
A principios de 2022, según el último informe de la OCHA, la República Centroafricana cuenta con más de 670 mil desplazados internos y 741 mil refugiados en los países vecinos.
Crédito de la nota: Agencia Fides.