En México, el crimen se ha extendido y alcanzado todos los sectores de la sociedad, «afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo».
Ante tanta violencia, la Conferencia Episcopal pide a las autoridades a que convoquen a un diálogo nacional para emprender «acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta».
Basta con la violencia
Así se lee en el mensaje que ha enviado la Conferencia Episcopal Mexicana, donde además se mencionan los datos oficiales del incremento de la violencia, en más de tres años han ocurrido 122 mil asesinatos. Los obispos manifiestan su cercanía y solidaridad con las víctimas, «más allá de nuestras diferencias políticas o sociales, reconociendo que todos somos hermanos» y piden que se ponga un alto a esta violenta situación. «¡Ya basta! No podemos ser indiferentes ni ajenos a lo que nos está afectando a todos», claman en el mensaje, y recuerdan las palabras del papa Francisco en la audiencia general de este miércoles pasado, cuando el Pontífice clamó con dolor: ¡Cuántos asesinatos en México!.
Reciente asesinato de un civil y dos sacerdotes
Una muestra de la violencia existente en el país, ha sido el reciente asesinato de un civil y dos sacerdotes jesuitas, demostrando una «falta de valores y sensibilidad, perdiendo todo respeto a la dignidad humana». El asesinato ocurrió dentro del templo católico de Cerocahui, en la región de la Tarahumara en Chihuahua.
Llamado a autoridades a que escuchen al pueblo
Ante la gravedad de los hechos, los obispos hacen un llamado al Gobierno Federal y a los distintos niveles de autoridades, «en consonancia con el pronunciamiento que se ha realizado desde el Senado de la República: es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando». Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen, se lee en el texto, es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas.
Los obispos afirman en el mensaje que es inútil negar la realidad o culpar a tiempos pasados de lo que corresponde resolver ahora, e insisten que escuchar al otro «no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como Nación», afirman.
Convocar un Diálogo Nacional
La Conferencia Episcopal, afirma que es «responsabilidad de los gobernantes aplicar la ley con justicia para erradicar la impunidad, respetando los derechos humanos, pero procurando la seguridad de los ciudadanos y la paz social».
Los obispos mexicanos hacen un llamado a las autoridades a que convoquen un diálogo nacional para emprender «acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta. Creemos que la paz es posible, que tiene que ser posible”. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados», se afirma.
CELAM solidaria con Iglesia en México
La presidencia del CELAM expresó su consternación e indignación por los asesinatos de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar y del laico Pedro Palma, ocurrido el lunes 20 de junio en el templo de la comunidad de Cerocahui, en Sierra Tarahumara, Chihuahua. Asimismo manifiesta sus condolencias y solidaridad con la Compañía de Jesús, con los familiares de las víctimas y con la Iglesia de México.
El CELAM rechaza y condena este «infame crimen» y denuncia «todas las múltiples expresiones de violencia, abuso y opresión que siguen teniendo lugar en toda nuestra región, las cuales lastiman siempre más a los más vulnerables y quienes caminan con ellos». «La violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los sufrimientos innecesarios», nos recordaba el Santo Padre Francisco durante la audiencia del miércoles pasado, expresando su dolor por el homicidio de nuestros hermanos, se lee en el comunicado.
Se une al llamado que hizo la CEM, dirigido a las autoridades del país, para que realicen «con celeridad las investigaciones que conduzcan a la judicialización de los responsables de este crimen atroz y garanticen la seguridad de la comunidad de Cerocahui». Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados, 72 horas después de que los asesinos los sustrajeran del templo donde les arrebataron la vida, se lee en el texto, y expresan su dolor por la situación que sufren las familias de miles de desaparecidos, que viven en la zozobra, sin tener noticias de sus seres queridos, o darles una cristiana sepultura.
Por último en el comunicado, la presidencia del CELAM expresa que esperan que «todas estas situaciones de indecible dolor que aquejan a todos los pueblos de América Latina sean un motivo para abrazar la Pascua, para despertar y colaborar en la construcción de un mundo más justo».
Crédito de la nota: Vatican News.