Francisco lanzó al final de la audiencia general un nuevo y sentido llamamiento por Ucrania y Tierra Santa pidiendo a los fieles que recen a Dios por «el don de la paz». Saludó a los peregrinos polacos llegados a Roma con motivo del 80 aniversario de la muerte de la familia Ulma, beatos, con ocasión del cual se plantará un manzano en los Jardines Vaticanos.
«Una vez más…» el Papa lanza un llamamiento por la paz y para poner fin a toda guerra y a su carga de «horror» que asola sobre todo a los civiles. Al final de la audiencia general en la Plaza de San Pedro, con la voz aún débil por el resfriado que le impidió leer la catequesis, Francisco, en saludos en italiano, reiteró su invitación a los fieles de todos los continentes.
«Una vez más, hermanos y hermanas, renuevo mi invitación a rezar por los pueblos que sufren el horror de la guerra en Ucrania y en Tierra Santa, así como en otras partes del mundo».
El horror de Ucrania y de Tierra Santa
En particular, el Papa mencionó Ucrania y Tierra Santa, de donde siguen llegando noticias dramáticas. Los medios de comunicación ucranianos informan que los continuos ataques con drones de las fuerzas rusas golpearon anoche varias ciudades, entre ellas la región de Kyiv y Odessa, donde se registraron explosiones.
En Gaza, por otra parte, el recuento de muertos se eleva a más de 30 mil 700 víctimas palestinas desde el comienzo de la ofensiva terrestre del ejército israelí. Así lo ha informado el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás, que habla de unos 72 mil 150 heridos desde el 7 de octubre y de «nueve masacres» con 86 muertos y 113 heridos sólo en las últimas veinticuatro horas. El «horror» de la guerra, en efecto, como dice el Papa.
El primer deber de los cristianos es implorar a Dios la paz para que todo esto cese cuanto antes. Improvisando, Francisco añadió una invitación a la paz.
Un manzano en los Jardines Vaticanos en memoria de la familia Ulma
El drama de la guerra une presente y pasado. Al final de la audiencia, el Papa recordó el 80 aniversario de la brutal muerte de la familia polaca Ulma, Josef y Wiktoria y sus 7 hijos, uno de ellos a punto de nacer, masacrados por los nazis por haber dado refugio a judíos que huían de la persecución.
La Iglesia los proclamó beatos a todos el 10 de septiembre de 2023. Ocho décadas después de aquel sacrificio de sangre, una delegación de Polonia fue a Roma para conmemorar el aniversario, por el que se celebrará una ceremonia en los Jardines Vaticanos para plantar un manzano injertado por el beato Jozef Ulma.
«Saludo cordialmente a los peregrinos polacos, especialmente a la delegación de Podkarpacie… Los bendigo a todos de corazón», dijo el Papa.
A la ceremonia asistirán el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, que celebró la misa de beatificación el año pasado, la entonces ministra Grażyna Ignaczak-Bandych, jefa de la Cancillería del Presidente de la República de Polonia, y Władysław Ortyl, presidente de la región de Podkarpacie.
Crédito de la nota: Vatican News.