«Es necesario un camino diario de conversión en cada uno de nosotros para la convivencia pacífica entre los pueblos», escribe León XIV en respuesta a las preguntas de una madre que reflexiona sobre la preocupante realidad del mundo actual desde las páginas de la revista Piazza San Pietro.
El Papa insta al diálogo para una cultura del encuentro y nos invita a combinar la oración y los gestos valientes «con la fatigante paciencia de los pequeños pasos».
«¿Qué pasará si todo se ve abrumado por la guerra?». Esta es la pregunta que Zaira, una joven madre de tres hijos de Benevento, le plantea a León XIV, cuestionándose sobre el derecho a la paz, en las páginas del número de julio de Piazza San Pietro, la revista publicada por la Basílica Vaticana, este mes dedicada al Jubileo de los jóvenes.
«El tuyo es un grito que llega al corazón de Dios», responde el Pontífice en la sección «Diálogo con los lectores», llamando a todos, creyentes y no creyentes, a un camino de conversión del corazón.
La paz, explica el Papa, no es solo un deseo, sino un compromiso personal y cotidiano, que nace de lo más profundo y se nutre de gestos concretos, «se construye en el corazón y a partir del corazón».
«Insistimos en el diálogo a todos los niveles, para promover una verdadera cultura del encuentro y no del conflicto, y también de la limitación del poder, como siempre pidió mi amado predecesor, el papa Francisco», es el llamamiento de León XIV, quien lanza el reto de «saber combinar la oración con los gestos valientes necesarios y con la paciencia agotadora de los pequeños pasos». «La guerra no prevalecerá —concluye el Papa— y los niños tienen derecho a una paz auténtica, justa y duradera».
Crédito de la nota: Vatican News.