Para la Comunidad Católica Shalom, este lunes 26 de septiembre es un día de fiesta: pasado el mediodía, se encontraron con el papa Francisco en el Aula Pablo VI, en el marco de los 40 años de su fundación. Los fieles de esta congregación vinieron a Roma para renovar la ofrenda de su vida, como lo hacen cada 5 años.
El Pontífice les dirigió un proficuo mensaje, que comenzó con un agradecimiento a Moysés Louro de Azevedo Filho y Maria Emmir Oquendo Nogueira, fundador y cofundadora de la Comunidad. También extendió su gratitud a quienes compartieron sus testimonios. En su alocución, Francisco respondió a las preguntas que los jóvenes le habían enviado previamente, pero antes de proseguir, subrayó un comentario de Moysés, quien había dicho que la comunidad nació durante la celebración eucarística, en el momento del ofertorio. «No nació “en la mesa”, con un bonito plan ideado por él o por otra persona. Nació en la oración, en la Liturgia», resaltó el Obispo de Roma.
A raíz de esta experiencia, el Papa remarcó que la liturgia no es una bella ceremonia, un ritual en el que están al centro nuestros gestos o, peor, nuestras vestimentas. «La Liturgia es la acción de Dios con nosotros, y se necesita estar atentos a Él: es Él que habla, a Él que actúa, a Él que llama, a Él que envía», enfatizó.
¿Cómo contagiar la experiencia Shalom?
Enseguida, el Santo Padre articuló su reflexión con las consultas de los jóvenes. A Fabiola, una mexicana de 26 años que ahora vive en Boston, le comentó que «si permanecemos unidos a Cristo como los sarmientos a la vid, perseveramos e incluso nos “contagiamos”».
«Si permanecemos en Él mediante la oración, la escucha de la Palabra, la adoración, el Rosario, entonces la savia del Espíritu Santo pasa de Él a nosotros y podemos perseverar. Pero también podemos «contagiar», no lo dudemos, Él lo ha prometido: el que permanece en Él da mucho fruto (cf Jn 15,5). El fruto es el amor, y es el amor de Cristo el que toca el corazón de las personas, estemos donde estemos, en cualquier ambiente. A nosotros nos corresponde permanecer en Él, el resto lo hace el Espíritu Santo».
¿Cómo mantener vivo el espíritu juvenil?
La segunda inquietud fue planteada por Bertrand, un congoleño de 31 años, quien quería saber cómo mantener vivo el espíritu juvenil en todos los adherentes a la Familia Shalom y cuál es la importancia del protagonismo de los jóvenes en la Iglesia.
Francisco destacó que, para conservar un espíritu joven, es necesario permanecer abiertos al Espíritu Santo: es Él quien renueva los corazones, renueva la vida, renueva la Iglesia y el mundo. «No hablamos de juventud física, sino de juventud de espíritu, ¡la que brilla en los ojos de ciertos ancianos más que en los de ciertos jóvenes!», dijo. Y recordó las palabras de su predecesor, Juan Pablo II, cuando en la Jornada Mundial de la Juventud del 2000, había manifestado que «quien está con los jóvenes permanece joven».
«Si un anciano se aísla, evita a los jóvenes, envejece antes. En cambio, es lindo y enriquecedor estar un poco con los chicos, con los adolescentes, con los jóvenes; no para “copiarlos”, no, no para hacer sermones, sino para escucharlos, hablar con ellos, compartir alguna experiencia…».
La alegría de la amistad con los más pobres
La tercera interrogante fue de Dilma, una brasileña de 54 años que hace 12 desempeña una misión en la selva amazónica, interesada en conocer cómo cultivar la cercanía con los más necesitados. El Papa respondió que «aquí cerca, a cien metros de donde estamos ahora, hay una casa, llamada “Don de María”, donde las Misioneras de la Caridad acogen algunas personas. Te dejo esto como respuesta».
Coraje creativo, acogida y envío misionero
Por último, para Malena y Jacqueline, misioneras del inicio de la comunidad, el Santo Padre destacó que ellas han traído el encanto de la primera hora. «Su pregunta se refiere a la trayectoria presente y futura de la Comunidad “Shalom”», según Francisco, y por este motivo, la contestación requirió una contestación más extensa, pero dirigida a todos.
El Papa destacó las notas distintivas de Shalom (el coraje creativo, la acogida y el envío misionero) que se reflejan aún hoy en las iniciativas que llevan adelante en varios países del mundo y que dan vida, en los años, a una realidad eclesial que ahora no comprende solo a jóvenes, sino también a familias, laicos comprometidos en la misión, así como sacerdotes. «Bendigo con ustedes al Señor por esto y les digo: con la gracia de Dios, mantengan vivo estos dones, el coraje creativo, la acogida y el envío misionero», les exhortó.
Crédito de la nota: Vatican News