La asamblea continental del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) ha comenzado en Addis Abeba, Etiopía, donde más de doscientos delegados están reunidos para reflexionar sobre el documento de la fase continental del Sínodo sobre la Sinodalidad.
«Comprender el proceso sinodal significa abrir el corazón al Espíritu Santo que nos habla y escucharnos unos a otros para realizar mejor la misión de la Iglesia». Las palabras del arzobispo Lucio Muandula, vicepresidente de la SECAM, en la apertura de los trabajos, resumen el espíritu con el que se está viviendo esta fase continental del Sínodo sobre la Sinodalidad.
Como en familia
La primera reunión estuvo presidida por el nuevo presidente de la SECAM, el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, y precedida por la misa celebrada por Muandula. «En África -continuó este último- sabemos que tenemos que caminar juntos como una familia, escucharnos unos a otros. Y eso es lo que el papa Francisco nos ha invitado a hacer en este Sínodo sobre la sinodalidad». Los pensamientos y oraciones del prelado se dirigieron especialmente a la paz, la estabilidad y la reconciliación en Nigeria, en un momento en el que el país sale de unas controvertidas elecciones. Ayer mismo, el candidato del partido gobernante en Nigeria, Bola Tinubu, fue declarado vencedor y presidente electo.
Conversación espiritual
Tomar la palabra, dar espacio al otro y construir juntos. Éstas son las tres fases del método de trabajo de la «conversación espiritual» indicado por don Giacomo Costa, Consultor de la Secretaría General del Sínodo, a los cerca de 200 participantes, entre cardenales, arzobispos, obispos, consagrados, laicos, seminaristas, novicios y representantes de otras confesiones. «Este método -dijo el sacerdote- nos ayuda a escuchar la aportación del otro y a abrirnos al Espíritu Santo, que nos ofrece nuevas formas de ver la misión del Evangelio. El motor de todo es la oración. Además, no se cuestiona la autoridad de la Iglesia: este método pretende poner en común las experiencias de todos para participar en el Sínodo sobre la sinodalidad».
De la opinión personal al compartir
El centro de la conversación espiritual es, por tanto, la persona que se escucha, uno mismo y lo que experimenta a nivel espiritual. «El primer paso es partir del contacto con la realidad en la que vivimos y estamos insertos: cada uno cuenta su propia historia, lo que pasa en su corazón», sugirió. En segundo lugar, los participantes están llamados «a interpretar su experiencia a la luz de la Escritura para ir al corazón de su experiencia». La advertencia es ir más allá de lo que diga cada participante, no insistir en un único punto de vista: «lo que he compartido debe resonar con lo que han dicho los demás». Es decir, pasamos de la opinión personal al reconocimiento de lo que estamos llamados a construir compartiendo, juntos.
Del yo al nosotros
A continuación, el P. Costa indicó una tercera fase: transformados por el encuentro con Jesús resucitado, cada uno está llamado a volver a su propia comunidad. El paso que cada participante en la asamblea está llamado a hacer es, según don Giacomo Costa, del yo al nosotros, de la confusión a la armonía, como sucedió en Pentecostés. En ese momento, será posible volver a las comunidades de origen compartiendo la experiencia vivida.
Discernir juntos
Este 2 de marzo tuvo lugar la apertura oficial de la fase continental del Sínodo africano. Cabe destacar la presencia de muchos participantes jóvenes, tanto hombres como mujeres: representan una parte de la sociedad que a menudo no se sienta a las mesas donde se toman las decisiones importantes. «El método propuesto es muy interesante porque favorece la escucha de los diferentes puntos de vista y el discernimiento conjunto», explica Georges Pascal Kendema, representante de los jóvenes de Marruecos. Por su parte, la hermana Nelenta Ngarndiguimal, representante de las religiosas del Chad, se muestra convencida de que, con el tiempo, los delegados entrarán en la metodología indicada.
La fase continental del Sínodo sobre la Sinodalidad se clausurará el 6 de marzo con una celebración eucarística en el estadio deportivo de Addis Abeba. La asamblea es la continuación de las dos sesiones de trabajo celebradas en Accra (Ghana) y Nairobi (Kenia) para preparar el proyecto de documento final del Sínodo africano.
Los delegados examinarán las cuestiones planteadas en el documento de trabajo para la fase continental. Al final de los trabajos, la Secam aportará la contribución de la Iglesia en África a la Secretaría General del Sínodo en Roma, que está redactando el Instrumentum laboris, un documento de trabajo, para la primera sesión de la Asamblea Sinodal sobre la Sinodalidad que se celebrará en octubre de 2023 en Roma.
Crédito de la nota: Vatican News.