La intención misionera de la Familia Comboniana de este mes de agosto hace referencia a la fraternidad, un valor apreciado y buscado, pero también una realidad frágil y delicada que es preciso construir cada día. Así nos lo recuerda el papa Francisco en su última encíclica Fratelli tutti (Ft).
Para construir una auténtica fraternidad nuestro modelo es siempre Jesús, él viene a restaurar el plan de hermandad concebido por el Padre. Para esto se hace «hermano universal». Se sienta a la mesa con todos, pecadores incluidos, «sin sentir vergüenza de llamarlos hermanos» (Heb 2,11) y se hace hermano de «los más pequeños» (Mt 25,40).
Cristo resucitado llama a sus discípulos «hermanos» (Jn 20,17). De este modo inaugura un nuevo prototipo de fraternidad, una comunidad de hermanos, «que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios» (Jn 1,13). Como misioneros y misioneras, «hermanos y hermanas universales» estamos llamados a ser puente entre los pueblos y hacer posible la auténtica fraternidad.
Por intercesión de san Daniel Comboni oramos para que se fortalezcan en todos los sentimientos de fraternidad y pertenencia a la misma familia humana, para que juntos construyamos los valores de la justicia y la paz.
Crédito de la nota: hozana.org