Movilizar a las congregaciones religiosas presentes en la Arquidiócesis de Juba, capital de Sudán del Sur, para acoger a las personas que huyen de la guerra entre el ejército y los paramilitares en Sudán. Esto es lo que ha pedido el arzobispo de Juba, Stephen Ameyu Martin, a las congregaciones religiosas presentes en la arquidiócesis.
Los violentos enfrentamientos entre el ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RDF – Rapid Support Forces) no perdonan a nadie. Entre los que huyen se encuentran también religiosos y religiosas de diversas congregaciones presentes en Sudán.
«Con la carta que he dirigido a todas las comunidades religiosas aquí en la arquidiócesis, he indicado que al menos todos abramos nuestras casas a nuestros hermanos y hermanas que están en Sudán, desde los misioneros de Mill Hill hasta los Padres Blancos y las Hermanas del Sagrado Corazón», ha dicho el arzobispo Martin durante una reunión con los responsables religiosos.
En una llamada telefónica durante la reunión, el obispo de Malakal, monseñor Stephen Nyodho, ha denunciado la situación de las personas que huyen de Sudán, que siguen llegando en masa a la capital del Alto Nilo, donde están refugiadas temporalmente en Ruweng.
«La respuesta del gobierno sigue demorándose, mientras miles de personas están varadas en Riverside, en Ruweng, y también en Melut», ha denunciado monseñor Nyodho. «Caritas de la diócesis de Malakal ha ofrecido barcas para que estas personas puedan cruzar el río hasta Malakal», ha añadido.
El gobierno sursudanés afirma haber enviado una docena de camiones para transportar a sus ciudadanos atrapados en la capital sudanesa, Jartum, al estado sursudanés de Alto Nilo. Este estado atraviesa una difícil situación humanitaria debido al elevado número de desplazados internos causados por la guerra civil en Sudán del Sur.
Según las autoridades de Juba, sólo hasta ahora han llegado a Sudán del Sur más de 50 mil personas que huyen de la guerra en Sudán, en su mayoría sursudaneses expatriados que viven en Jartum.
Egipto y Chad también han recibido flujos de refugiados procedentes de Sudán, 70 mil y 30 mil respectivamente. Otros miles se dirigieron a Etiopía.
Mientras tanto, el conflicto en Sudán no se detiene y corre el riesgo de pasar de un enfrentamiento entre dos potencias militares enfrentadas a una verdadera guerra civil, como se teme tras la noticia del saqueo de los almacenes de la policía, con el robo de miles de armas, en la ciudad de El Geneina, en Darfur, al oeste de Sudán, en la frontera con Chad, escenario ya de enfrentamientos entre milicianos locales y los Janjaweed progubernamentales de los que proceden las RDF.
Crédito de la nota: Fides.