El papa Francisco encontró a los participantes del Jubileo de la Comunicación: centenares de operadores de la información reunidos en el Aula Pablo VI procedentes de diversas partes del mundo. Tras el diálogo entre la Premio Nobel Ressa y el escritor McCann, llegó la audiencia con el Pontífice que deja de lado el texto escrito y pronuncia un saludo improvisado: «Comunicar es salir de uno mismo. Gracias por tu trabajo, es importante. Mientras sea verdad».
Una palabra espontánea y directa que el papa Francisco dirige a quienes hacen de la palabra –escrita, leída, transmitida, compartida– una profesión, los operadores de la información reunidos en el Aula Pablo VI para el Jubileo de la Comunicación: «¡Gracias por lo que hacen!». «Tengo un discurso de nueve páginas en mis manos. A estas horas, con el estómago revuelto, leer un discurso de nueve páginas sería una tortura…», dice el Pontífice sonriendo al público que le corresponde con aplausos.
El papa Francisco se dice «feliz» por el Jubileo de los Comunicadores, el primer gran evento de los más de 35 que marcarán el Año Santo. «Su trabajo es un trabajo que construye, construye la sociedad, construye la Iglesia, hace que todos vayan adelante, siempre que sea verdadero», afirma el Papa.
Por último, el Papa bendice a toda la asamblea y saluda uno a uno a los invitados, comenzando por los presentes en el escenario del Aula. En primer lugar, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y luego los sentados en la primera fila. Entre ellos, la periodista filipina Maria Ressa, Premio Nobel de la Paz en 2021, y el escritor irlandés Colum McCann, autor de 14 best sellers entre ellos, el aclamado «Apeirogon», que cuenta la historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan, un israelí y un árabe. Unidos por el dolor por la muerte de sus hijas, de 10 y 13 años, asesinadas en diferentes circunstancias (Francisco las conoció en abril de 2024). Los dos vivieron un apasionante momento de diálogo y debate, moderado por Mario Calabresi, antes de la llegada del Papa. A continuación, tuvo lugar la interpretación musical del célebre violinista Uto Ughi, con su orquesta de piezas de Bach y Olvido de Astor Piazzolla, autor argentino de gran prestigio apreciado por Jorge Mario Bergoglio. Y justo cuando la música resonaba en las bóvedas de la Sala Nervi, hizo su entrada el papa Francisco.
En el discurso preparado y dirigido a los participantes en el Jubileo de la Comunicación, el Papa recuerda ante todo a los «colegas que han firmado con su sangre su servicio», todos los periodistas fallecidos en este año que define como uno de los más letales para los periodistas. En total, 120 personas murieron por bombas y atentados en zonas de guerra, según el informe anual de la Federación Internacional de Periodistas.
El Pontífice tampoco olvida «a quienes están encarcelados, simplemente por haber sido fieles a la profesión de periodista, de fotógrafo, de videasta, por haber querido ir a ver con sus propios ojos y haber tratado de contar lo que vieron. ¡Hay tantos!». Las cifras fueron proporcionadas en un comunicado de prensa de Reporteros sin Fronteras publicado a finales de 2024: alrededor de 500 personas detenidas.
Su invitación a los profesionales de la información es a contar en este Jubileo «historias de esperanza» que «alimenten la vida». Y hacer de la narración también una narración de esperanza: «Cuando cuentes la historia del mal, deja espacio a la posibilidad de reparar lo que está roto, al dinamismo del bien que puede reparar lo que está roto».
Crédito de la nota: Vatican News