Obispos mexicanos abogan por la creación de empleos dignos y salarios justos

Obispos mexicanos abogan por la creación de empleos dignos y salarios justos

«Que nuestro trabajo sea una expresión de amor por nuestra familia, por nuestra comunidad, por nuestra Iglesia y por nuestra patria», es el deseo de los obispos mexicanos que se unen a las celebraciones de este 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, jornada que coincide con la realización de la CXVIII Asamblea Plenaria del episcopado mexicano.

Conscientes de los tiempos de incertidumbre que estamos viviendo, los obispos aseguran que ante «los desafíos económicos y sociales que nos ponen a prueba, es fundamental que reafirmemos nuestro compromiso con la justicia laboral».

Dirigiéndose a los empleadores e industriales del país, recuerdan la importancia de propiciar ambientes y condiciones de trabajo seguros, por lo que su llamado es que «busquemos incansablemente la creación de empleos dignos, que garanticen salarios justos, condiciones de seguridad y la posibilidad de crecer personal y profesionalmente».

Trayendo a la memoria al Papa Francisco en la bula «Spes non confundit» que convoca al Jubileo de la Esperanza, insisten en la necesidad de propender por un «trabajo digno donde encontremos la fuerza para construir un futuro mejor», lo que implica «que no solo provea sustento, sino que también permita el desarrollo integral de cada ser humano, fomentando la creatividad, la solidaridad y el sentido de pertenencia a una comunidad».

Trabajar con dignidad

Así, mons. Ramón Castro Castro, presidente del episcopado mexicano, invitó a dejarse inspirar por el ejemplo de San José Obrero, que fue «modelo de humildad, laboriosidad y entrega, para construir un mundo, donde la esperanza no sea una simple espera pasiva, sino que se pueda vivir como un compromiso activo para transformar la realidad».

Finalmente, los obispos mexicanos ratificaron su deseo para que este día se celebre el esfuerzo y dedicación que construyen la nación gracias al compromiso de todos los trabajadores. «Elevo mi voz para recordar la centralidad del trabajo en la construcción del Reino de Dios, en la vida de cada persona y el tejido de nuestra sociedad», sostiene.

En México, desde las primeras horas del día, colectivos y agremiaciones sindicales de diversos estados, se reunieron en el Ángel de la Independencia. Su objetivo: marchar hasta el Zócalo para exigir al gobierno y al sector empresarial la aprobación de 40 horas laborales a la semana con el pago de 56 horas.

Crédito de la nota: ADN Celam