Entran y salen del territorio mexicano en busca de productos de primera necesidad, cruzando el legendario Río Grande bajo la mirada de los agentes de la policía fronteriza estadounidense, que intentan facilitar «un proceso seguro, humano y ordenado». La emergencia humanitaria y logística no tiene precedentes: más de 14 mil personas, entre las que se encuentran haitianos, cubanos, venezolanos y nicaragüenses, están acampando bajo el puente que se extiende a lo largo del río que separa la ciudad texana llamada «Del Río» en la frontera con México, del paso fronterizo de Ciudad Acuña, en el lado mexicano.
Condiciones de vida desesperantes
Estados Unidos ha decidido enviar 400 agentes adicionales para gestionar la crisis y aumentar el número de vuelos de repatriación, después de que ayer salieran los primeros vuelos por orden del presidente Joe Biden de unos ocho mil migrantes haitianos, que intentan por todos los medios no volver a su patria, devastada por el terremoto y el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio.
Los migrantes viven en condiciones desesperantes, en un campo de acogida improvisado, en una situación higiénico-sanitaria precaria, con temperaturas cercanas a los 40 grados y donde, según fuentes no confirmadas, incluso han nacido dos niños.
Críticas a Joe Biden
Al parecer, muchos de los migrantes también fueron trasladados a través de la ciudad Del Río a centros de detención. En Estados Unidos sigue vigente el Título 42, una orden introducida en 2020 durante la pandemia, que permite deportar a los migrantes sin darles una oportunidad. La decisión del gobierno de Biden de mantener el Título 42 ha sido ampliamente criticada por activistas de derechos humanos y otras agrupaciones, que piden que se detengan las deportaciones.
La misión en ayuda de los migrantes
Por su parte, las Misioneras Combonianas en Tapachula, Chiapas, han reforzado los esfuerzos para ayudar a las cientos de personas que llegan diariamente a la frontera sur de México, especialmente a las mujeres y niños que llegan en estas caravanas desde Haití.
Las combonianas Mayra, Pompea, Raquel y María Teresa acompañan a los hermanos migrantes, con un corazón sensible y compasivo. Brindan especial apoyo a los adolescentes que llegan solos hasta un país lejano al suyo en busca de una mejor vida en EEUU.
Crédito de la nota: Vatican News.