¿Cómo romper la cultura del silencio en África para combatir los abusos?

¿Cómo romper la cultura del silencio en África para combatir los abusos?

Romper la cultura del silencio sobre los abusos a menores en África. Esta es la consigna que se desprende de un seminario en línea organizado en los últimos días por la Conferencia de los Jesuitas de África y Madagascar (JCAM) con el objetivo de promover también en el continente africano las buenas prácticas para la protección de los niños y las personas vulnerables, tal y como pidió el papa Francisco. 

Con el título “El niño africano: promover una cultura coherente de protección, cuidado y salvaguarda en la Iglesia y la sociedad”, el seminario web contó con la participación de profesionales, expertos, teólogos y estudiosos que debatieron sobre los retos que plantea a la Iglesia, la familia y las sociedades africanas el abuso sexual de niños y adultos vulnerables y las tareas a las que están llamados para contrarrestar esta lacra.

En el evento se debatió cómo la comunidad cristiana, los líderes y los agentes pastorales pueden hacer frente al fenómeno en el contexto africano. Un fenómeno favorecido en el pasado precisamente por el silencio que tanto daño ha hecho a la Iglesia y a la sociedad. Así lo destacó el P. Lawrence Daka SJ, rector del Colegio San Ignacio de Chishawasha, en la archidiócesis de Harare (Zimbabue), quien habló sobre el tema de la responsabilidad y la transparencia.   

“Este silencio es emblemático y sintomático de los muchos desafíos que han obstaculizado y enturbiado el compromiso que se exige a los líderes responsables, transparentes y dignos de confianza en la Iglesia y en la sociedad en general”, dijo el sacerdote, señalando cómo está arraigado en diferentes esferas de la sociedad africana, incluyendo las instituciones, las tradiciones locales, pero también en las familias que tienen su parte de responsabilidad.

Según el padre Daka, romper la cultura del silencio es posible siempre que “los adultos y los líderes de las comunidades tradicionales hablen el mismo lenguaje que la Iglesia y los líderes de la sociedad civil”. Los líderes de la Iglesia y de la sociedad “no pueden quedarse de brazos cruzados”, sino que “deben crear las condiciones necesarias para que las víctimas salgan de su silencio”, señaló.

Al mismo tiempo, el padre Daka destacó que la Iglesia necesita un nuevo liderazgo “que no tenga miedo de afrontar sus heridas, sino que permita que la gracia de Dios la transforme”. Recordó que el papa Francisco hizo obligatoria la denuncia de los abusos, pero también las omisiones y encubrimientos en el tratamiento de los casos; el sacerdote jesuita subrayó la necesidad de un liderazgo eclesial “más colaborativo”. “Urge una conversión y reorganización de la Iglesia que lleve a la curación y devuelva la dignidad a la vida de cada niño”, y cualquier confrontación en su seno “no debe excluir el tema de la salvaguarda de los menores”, concluyó.

Centrándose en los abusos cometidos por el clero, la lacra de la pedofilia fue analizada por los participantes a través de cuatro lentes críticas: la justicia para las víctimas y los sobrevivientes; la prevención de los abusos sexuales a menores y personas vulnerables; los factores estructurales que los fomentan; y, por último, la reorganización de las estructuras eclesiales y sociales para garantizar la justicia para las víctimas y la prevención. Los informes presentados se publicarán en un volumen que se pondrá a disposición de nuevas investigaciones, estudios y cursos de formación.

Crédito de la Nota: Vatican News.

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