La guerra después de la pandemia; el Papa llama a la oración

La guerra después de la pandemia; el Papa llama a la oración

Lo que se temía desde hace días ha sucedido y el mundo es testigo de una nueva guerra. Durante la noche, Rusia lanzó operaciones militares en territorio ucraniano, declarando su intención de proteger el Donbás. Fue el propio presidente Putin quien anunció la invasión: las explosiones y las sirenas de alarma empezaron a oírse al amanecer incluso en la capital ucraniana, Kiev, de la que se dice que huyen filas de coches civiles, especialmente de las zonas periféricas.

Pero el caos está en todo el país, no sólo en el sur y el sureste, sino también en las fronteras con Bielorrusia y Polonia: en Odessa, Kharvik, Mariupol y Lviv. Por lo tanto, el ataque anunciado por Putin parece ser poderoso y a gran escala. Por otro lado, el presidente ruso utilizó términos precisos como «desnazificar» y «desmilitarizar» Ucrania, es decir, hacerla inofensiva: «Es inaceptable una mayor expansión de la OTAN y su uso del territorio ucraniano».

«Cualquiera que intente crear obstáculos e interferir con nosotros -dijo Putin- sabe que Rusia responderá con consecuencias sin precedentes. Estamos preparados para todo». 

La respuesta de Ucrania

La presidencia ucraniana, que habla de «guerra de agresión», pide ayuda al mundo, en forma de sanciones y aislamiento de Rusia, ayuda financiera, militar y humanitaria, mientras intenta proteger a la población imponiendo la Ley Marcial.

«Detengan la guerra y a Putin», escribe en Twitter el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mientras se informa de la destrucción de la defensa antiaérea de Kiev. Y desde la propia presidencia se difunden las primeras imágenes de la guerra: una explosión en la capital, con una densa nube de humo, cerca de un parque. «La operación rusa, -advierte Zelensky-, pretende destruir el Estado ucraniano, apoderarse de su territorio por la fuerza y establecer una ocupación».

Reacciones del mundo: Estados Unidos, la ONU y la UE

Inmediatamente después del ataque ruso se registraron en el mundo occidental reacciones de condena y de planificación de una respuesta conjunta. Estados Unidos y el presidente Joe Biden hablan de una guerra premeditada e injustificada que traerá consigo «una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento».

El líder estadounidense llamó al presidente ucraniano Zelensky y anunció nuevas y duras sanciones contra Moscú junto con sus aliados. La OTAN, que convocó a los embajadores con el Secretario General Stoltenberg, aseguró que haría «todo lo necesario para proteger a sus aliados».

En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el Secretario General Guterres exclamó: «Este es el momento más triste de mi mandato», y envió un apelo al Presidente Putin: «En nombre de la humanidad, haga regresar a las tropas rusas. Este conflicto debe detenerse ya, esta guerra no tiene sentido y viola los principios de la Carta de la ONU».

En cuanto a la Unión Europea, los representantes permanentes de los Estados miembros se reunieron a las 09:00 horas en Bruselas para debatir la situación de seguridad y preparar el Consejo Europeo extraordinario que se celebrará esta tarde a las 20:00 horas. «En estas horas oscuras, nuestros pensamientos están con Ucrania y las mujeres, hombres y niños inocentes que se enfrentan a este ataque no provocado y temen por sus vidas. Haremos que el Kremlin rinda cuentas», tuiteó la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen.

Por su parte, el primer ministro británico Johnson, ha mostrado su rechazo ante los hechos: «Putin ha elegido el camino del baño de sangre y la destrucción. Rusia ha elegido el baño de sangre para un ataque no provocado». Cabe destacar que el Comité de Emergencia COBRA está reunido en Londres desde esta mañana.

El Papa invita a una jornada de oración y ayuno

«Tengo un gran dolor en mi corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes», dijo el Papa apenas ayer al final de la audiencia general del último miércoles de febrero en el Aula Pablo VI.   «Como yo, tanta gente de todo el mundo siente angustia y preocupación», observó el Pontífice,  constatando con amargura que «una vez más la paz de todos se ve amenazada por intereses partidistas». De ahí su apremiante exhortación a los líderes políticos:

«Quisiera hacer un llamamiento a los responsables políticos para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es el Padre de todos, no sólo de algunos, que quiere que seamos hermanos y no enemigos».

Unidos en oración por la paz

El Santo Padre extendió su llamado a todos, creyentes y no creyentes, invitándolos para que se unan en una jornada de oración conjunta por la paz:

«Jesús nos enseñó que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a que el próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, hagan una Jornada de ayuno por la paz. Animo de manera especial a los creyentes para que ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra».

Crédito: Vatican News.

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