Desde la toma del poder por los talibanes, en agosto de 2021, Afganistán atraviesa una de las crisis más complejas y prolongadas del mundo, marcada por conflictos armados, violaciones a los derechos humanos y una crisis humanitaria. Ante esta realidad, nacen organizaciones como Unire (Unión Nacional Italiana de Refugiados y Exiliados), con el objetivo de implementar enfoques y soluciones innovadores a los desafíos que enfrentan los refugiados en Europa.
«Desafortunadamente, Afganistán es un país que lleva alrededor de 45 años siendo víctima de conflictos, violencia étnica y guerras, y lo sabemos muy bien, desde el 15 de agosto de 2021, cuando Afganistán cayó en manos de los talibanes, en un régimen tan extremista», explica, Syed Hasnain, un refugiado afgano residente en Italia, quien dirige Unire, una organización que busca cambiar la narrativa en torno a la migración.
Syed Hasnain denuncia el «apartheid de género»
Syed Hasnain manifiesta que las consecuencias que el régimen talibán extremista es, sobre todo, para las mujeres, que constituyen la mitad de la población de Afganistán: «No tienen un mínimo de una libertad muy básica, me refiero a ir a la escuela, tener acceso a la educación, tener acceso al mercado laboral, incluso, algo muy común y muy normal que hacemos aquí en sociedades abiertas y libres, como salir sola fuera de casa».
«Así que, realmente Afganistán está sufriendo ahora el “apartheid de género“, porque las mujeres, que son la mitad de la población, no tienen un mínimo de libertad en nuestro país», denuncia Hasnain, al mismo tiempo que afirma que esta es una de las causas porque la gente sale de su país: «Para asegurarse de alguna manera un futuro mejor para ellos, un futuro con libertad para sus hijos, para sus familiares, especialmente para las mujeres y las niñas».
Syed señala que hay personas que abandonan el país, otras que se desplazan dentro de Afganistán y otras que intentan abandonar el país, pero países vecinos como Pakistán e Irán «no son muy acogedores con los refugiados afganos».
En busca de paz
Comparte su testimonio: «Yo, como padre, tengo a mi esposa, que también es de Afganistán, una niña de tres años, una hija. Entonces, ¿cómo puedo imaginarme vivir y quedarme en Afganistán? Esto refleja también las necesidades comunes de todos los refugiados afganos que están intentando abandonar el país».
«Creo que en este momento necesitamos hablar de Afganistán porque está completamente olvidado en la plataforma internacional, nadie habla de Afganistán, sabemos muy bien que hay otros conflictos, que hay guerras, pero la comunidad internacional tuvo una enorme, inmensa responsabilidad en lo que pasó en Afganistán, que ahora la población está bajo el control de un grupo tan extremista», sostiene, lamentando que la situación de Afganistán esté quedando fuera de la agenda internacional.
Por narrativas humanizadas
«Las minorías se enfrentan a grandes desafíos, a la violencia de grandes grupos étnicos, entonces, necesitamos compartir información; necesitamos dar un espacio a las voces de las minorías, de los afganos, especialmente de las mujeres afganas, para dar a conocer su situación y lo que está pasando en Afganistán», indica Syed Hasnain.
El presidente de Unire también habla sobre el aporte de su organización a los refugiados: «Es una organización dirigida por refugiados y nuestra misión principal es la participación significativa de los refugiados en la sociedad de acogida, participando especialmente en los procesos de formulación de políticas y, también, involucrando a los refugiados en el cambio narrativo».
Conexiones globales para soluciones locales
Syed Hasnain expresó su alegría por ser parte del Encuentro Internacional de Migrared, que asegura le permite abrir espacio a las voces de los refugiados y que puedan compartir sus experiencias: «Al escuchar las voces de los refugiados y sus mensajes, sus experiencias, sus recomendaciones, creo que podemos hacer que estos procesos, estos procedimientos, sean más fáciles y más humanizados para las personas que huyen de las guerras, especialmente los refugiados».
Hasnain recuerda que muchas de las personas huyen de los conflictos y guerras obligados a hacer un viaje ilegalmente y, por eso, considera necesario escuchar los testimonios de otras personas y redes.
Además, resalta que la oportunidad de escuchar las experiencias de personas e instituciones que trabajan directamente para apoyar la recepción y el proceso de inclusión e integración de refugiados y migrantes en América del Sur, aumenta sus conocimientos sobre rutas, desafíos y oportunidades para obtener apoyo.
Crédito de la nota: ADN Celam