El gobierno etíope ha declarado el estado de emergencia nacional con efecto inmediato y las autoridades de Addis Abeba han comunicado a los ciudadanos que se preparen para defender la capital, Addis Abeba, ya que los combatientes de la región norteña de Tigray han amenazado con marchar hacia la ciudad. Un año después del inicio del conflicto en la región más septentrional del país, la situación parece deteriorarse.
El estado de emergencia
El gobierno podrá ahora establecer controles de carretera, interrumpir los servicios de transporte, imponer toques de queda e intervenir militarmente en algunas zonas. El estado de emergencia, que durará seis meses, también significa que cualquier persona sospechosa de tener vínculos con grupos «terroristas» podría ser detenida, incluso sin una orden de arresto, mientras que cualquier ciudadano que haya alcanzado la edad para el servicio militar podría ser llamado a combatir. «Nuestro país se enfrenta a un grave peligro para su existencia, su soberanía y su unidad», dijo el ministro de Justicia, Gedion Timothewos, durante una sesión informativa con los medios de comunicación estatales.
Avance de los rebeldes
Las noticias son fragmentarias, en parte debido a la escasa y casi inexistente presencia de periodistas en el territorio. Durante el fin de semana, según las agencias internacionales, los separatistas del Frente de Liberación de Tigray (TPLF) y del Ejército de Liberación Oromo (OLA), que habían anunciado una alianza militar el pasado mes de agosto, tomaron el control de Dessiè y Combolcià, dos ciudades situadas a lo largo de la carretera que une Tigray con Addis Abeba. Los dos grupos parecen avanzar ahora hacia el sur, con la intención de llegar a la capital e intentar conquistarla.
Una alianza importante
En los últimos días, la alianza entre el TPLF y el Ejército de Liberación Oromo -que lucha por los derechos de los oromos, el mayor grupo étnico de Etiopía- dijo que había conquistado Combolcià y Dessiè y que pretendía llegar a Addis Abeba. La alianza militar entre ambos grupos es aún más significativa si se tiene en cuenta que el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, es de etnia oromo.
Reacciones internacionales
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, se mostró «extremadamente preocupado» por la escalada de violencia en Etiopía ante la declaración del estado de emergencia por el posible avance de las fuerzas rebeldes de Tigray sobre la capital, Addis Abeba. «La estabilidad de Etiopía y de toda la región está en juego», dijo el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, en un comunicado. El Secretario General de la ONU también pidió «un diálogo nacional inclusivo para resolver esta crisis y sentar las bases de la paz y la estabilidad en todo el país». La Unión Europea también hizo un fuerte llamamiento. «Pedimos a todas las partes de Etiopía que apliquen un alto el fuego significativo con efecto inmediato y que entablen negociaciones políticas sin condiciones previas. Estamos dispuestos a apoyar estos esfuerzos», dijo el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Twitter. Se espera que el enviado estadounidense para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, llegue a Etiopía en las próximas horas. Así lo anunció un portavoz del Departamento de Estado estadounidense. Por último, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el martes que eliminaría los privilegios comerciales que Estados Unidos mantenía con Etiopía debido a las «extensas violaciones de los derechos humanos reconocidas internacionalmente» de las que eran responsables las fuerzas de seguridad etíopes.
Crédito de la nota: Vatican News.