Durante una rueda de prensa en Goma, en el este de la RDC, José Moko, Obispo de Idiofa y Presidente de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central (ACEAC), que reúne a las Conferencias Episcopales de Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo, ha declarado: «Cuando hablamos de la violencia e inseguridad en el este de la República Democrática del Congo, en Ruanda y en Burundi, hablamos de entre 5 y 12 millones de muertos».
El encuentro con la prensa se ha convocado el pasado 27 de enero con ocasión de la reunión de obispos de la ACEAC celebrada en la capital de Kivu Norte y concluida el domingo 28 de enero con una Misa por la Paz.
Mons. José Moko ha recordado el compromiso por la paz de los obispos de la ACEAC, quienes en varias ocasiones se han reunido con las autoridades de la región e incluso con los rebeldes del movimiento M23, que actualmente se enfrentan a las fuerzas armadas congoleñas (FARDC). Al menos 20 personas han muerto en los enfrentamientos del 25 de enero en Mweso.
La misión de la ONU en la RDC (MONUSCO) ha declarado que unas mil personas han huido de la ciudad, sumándose a las decenas de miles que habían huido anteriormente de la zona. A este respecto, los obispos de la ACEAC han visitado el campamento de Lushagala, que alberga a 90 mil desplazados.
La crisis en la región lleva prolongándose 30 años y se intensificó a finales de 2021, cuando dos territorios de Kivu Norte, Rutshuru y Masisi, se vieron sumidos en un conflicto que contrapone a la rebelión del M23, apoyada por unidades del ejército ruandés, contra las FARDC, asociadas a grupos armados, auxiliares burundeses y mercenarios extranjeros.
A los periodistas que han acusado a Ruanda de fomentar la guerra en el este de la RDC, Moko ha respondido: «Los obispos ruandeses son muy sensibles a la situación que se vive en el este de nuestro país (…) y se marcharán del Congo seguramente con lágrimas en los ojos, con el corazón conmovido y harán todo lo que esté en su mano como pastores de la Iglesia en Ruanda. Creo que todos anhelamos la paz, que no hay un solo obispo católico en Ruanda, Burundi o la República Democrática del Congo que pueda alegrarse de lo que ocurre en la RDC».
A la misa del domingo 28 de enero han asistido varios miles de fieles. En su homilía, el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, ha criticado a los dirigentes congoleños, ruandeses y burundeses, acusándoles de incitar a las poblaciones «a la división y al conflicto», porque algunos de ellos «tienen interés en que esto continúe» para «perseguir sus propios intereses egoístas».
Crédito de la nota: Agencia Fides.
